Lexi Gibson es una joven de 25 años originaria de Las Vegas (Estados Unidos) que tiene una historia de vida bastante particular. Y es que cuando tenía 2 años e edad, contrajo VIH de su madre, quien murió 3 años después por complicaciones a causa del Sida. Pero la vida y la ciencia le han hecho un regalo que hoy le permite ser una inspiración para millones de personas.
Su infancia no fue fácil, pues sus compañeros sabían de su estatus seropositivo, por lo que era objeto de discriminación, escarnios y burlas. Además, cuando era apenas una adolescente su padre la abandonó y fue una huérfana hasta que la adoptó una mujer de 45 años, que pasó a ser su nueva madre.
Su esperanza de vida era muy limitada. Los doctores no creían que Lexi podía pasar los 13 o 14 años de vida. De hecho su funeral había sido planeado por sus padres, y la chica mantenía un diario para que al menos sus memorias pudieran ser conservadas.
Hoy es una mujer de 25 años que mantiene una vida normal, y cuyo tratamiento consiste en una pastilla al día. Incluso tiene una relación de pareja completamente normal con su novio, y sus niveles de VIH son “indetectables”, según los especialistas.
Hoy dedica su vida a crear conciencia sobre el VIH, intentando eliminar el estigma social que produce esta enfermedad.
El VIH no es una sentencia de muerte, y la historia de Lexi es un ejemplo de ello. Lo más importante es empezar el tratamiento lo antes posible, y conservar la calma. Y es que siempre se puede sobrevivir.