Esta historia es sobreJessica Allen quien tiene 31 años y junto a su pareja, Wardell, tienen dos hijos. Debido a que la mujer quería quedarse en casa para cuidar a los niños, y también quería juntar dinero para la nueva casa que la familia pensaba comprar, decidió alquilar su vientre.
La familia con la que hizo el negocio para convertirse en sustituta fueron los Liu, de China. Ella iba a recibir 30 mil dolares por llevar a su bebé en su vientre.
En abril de 2016, Jessica comenzó los tratamientos de fertilización in vitro para lograr quedar embaraza y pronto lo logró: en su interior llevaba el bebé de la pareja china. A las semanas, los doctores le comentaron algo importante: en su vientre no había solo un bebé, sino que dos. Era una gran sorpresa, sin duda.
Más aún, los gemelos provenían de un embrión que se había separado en dos por lo que serían gemelos idénticos, completamente iguales físicamente, casi un clon el uno del otro.
La mujer tuvo a los bebés vía cesárea, pero nunca pudo ver a los bebés porque se los llevaron de inmediato una vez habían nacido, pero el trato había sido que Jessica podría verlos y compartir con ellos durante una hora antes de que se fueran con su familia.
Quizás podría haber llegado hasta ahí la historia, como algo muy interesante que contar en una reunión de amigos, pero tuvo un vuelco que definitivamente nadie en la familia de Jessica ni en la de los Liu podrían haber imaginado.
Bueno, era tan evidente que no sólo ella pensaba eso, la diferencia era tanta entre los niños que los Liu decidieron realizar una prueba de ADN a los pequeños para saber si efectivamente ambos eran de ellos. Y no lo eran, no eran los padres de uno de ello, porque uno de esos gemelos es hijo biológico de Jessica y Wardell, aunque se fecundó al mismo tiempo que el bebé de los Liu y tal cual como si fueran gemelos. Una increíble historia de la naturaleza humana y sus misterios.
