Todo ocurre en Virginia, Estados Unidos, después de que el anciano perrito Beagle, llamado Moe, de la familia Westbrook falleciera.
13 años estuvo con la dueña, y estuvo con la familia desde siempre. “Hizo las cosas un poco más complicadas y malolientes, pero igualmente maravillosas. Todavía lo extraño todos los días”, dice Mary Westbrook.
Así como ella lo extraña, su pequeño hijo de 3 ½ años, Luke, no paraba de preguntar por su amigo Moe. Por lo que, amorosamente, la familia se reunía en las noches, en la mesa de la cocina a escribirle una carta al perro. Luke la “redactaba” y su madre, la escribía por él. Cosas tan simples, como contarle cómo estuvo su día y decirle lo mucho que lo extraña, eran escritas.
Siempre, la dirección a la que enviaban el sobre era para “Moe Westbrook, Cielo De Los Perritos, Nube nº1” y, como no puedes engañar a un niño de 3 años, todas las noches iban a dejarla al buzón, fuera de casa.
Como todas las noches, después de que Luke se duerme, estos tiernos padres sacan la carta que dejan junto a su hijo, del buzón. Pero justo una noche olvidaron hacerlo. Cuando Mary, lo recordó, pensó que el cartero la botaría e, incluso, que con más de algún colega, se reirían de ellos. Pero ocurrió todo lo contrario…
Y así, fue como Luke tuvo la respuesta de Moe, desde el mismísima Nube nº1, en el Cielo De Los Perritos.
“Estoy En El Cielo De Los Perritos. Juego Todo EL día Y Estoy Muy Feliz. Gracias Por Ser Mi Amigo. Te GUAFMO”
“Lo Sentí En Mi Corazón”, dice Zina Owens, una mujer que trabaja en el Servicio Postal estadounidense, por más de 25 años y que escribió la amorosa respuesta. “Aquí había un niño que había perdido a su perro, y cada vez que amas algo y se te va, duele mucho”.
“La inocencia de esta carta, hizo mi día. Por eso quise, hacer el suyo un poco más feliz. Amor…solo eso.” Dice la mujer, que amablemente, se tomó la delicadeza de escribir en un papel con el logo de las oficinas postales, la respuesta de Moe, para Luke.