Madre Brasileña Pinta Su Casa Con Los Colores De La Bandera LGTB+ En Honor A Su Hijo Gay

Todo comenzó como una broma que finalmente Adriana Menegueli Fonseca hizo realidad para su hijo. La casa fue pintada el 2020 y está en Anchieta, Espírito Santo, Brasil.

Una madre de brasil pintó su hogar con los colores de la bandera LGBTQ+ para honrar a su hijo gay. Todo comenzó como una broma en un almuerzo, pero ahora esta casa es una atracción turística que muchos quieren ver para tomarse una foto en ella.

Bruno Menegueli Fonseca es un actor de 22 años y su madre, Adriana Menegueli Fonseca es una comerciante que decidió pintar su casa en Anchieta, Espírito Santo, Brasil con los colores del arcoíris y de la bandera LGBTQ+ para rendir un homenaje a su hijo.

Bruno le dijo a G1

que todo lo dijo en forma de broma en un almuerzo: “necesitaba pintar la casa y me preguntó a mis hermanos ya mí de qué color debía ser. Yo bromeé diciendo que podía pintar una bandera LGBTQIA +. Nos reímos y nos quedamos con eso”, explicó.

Pero su madre decidió hacer lo que su hijo dijo una realidad. Bruno se fue a su casa en Río de Janeiro y luego de unos días supo que su madre había pintado la casa de colores, debido a las fotografías que le mandaban sus amigos.

“Se suponía que iba a ser una sorpresa. Justo cuando comenzó a pintar amigos míos me enviaron una foto. Me pareció genial, es un apoyo total. Es un acto de valentía y amor, el mundo de hoy es tan prejuicioso. Fue una forma de gritar respeto y respetar la diversidad”, explicó Bruno.

Bruno sufrió de burlas debido a que cuando niño bailaba junto a sus compañeras, lo que era mal visto en un hombre. “Mi madre siempre me acompañaba en los viajes. Escuchaba chistes, preguntas sobre cómo los padres podían irse. Siempre escuchaba esto, pero no podía afrontarlo porque yo era un niño y me gustaba hacer eso” recordó Bruno.

En 2020 la casa terminó de ser pintada y ahora es un punto turístico en la zona y aquello también ha servido para atraer más clientela a la cafetería que tiene la familia “La gente se queda impactada cuando ve una casa colorida al final de la calle. Luego van allí a tomar fotos, grabar videos y terminan convirtiéndose en clientes” dijo Bruno.