El cuerpo humano es una máquina sorprendentemente compleja y fantástica. En ocasiones es difícil de controlar sobre todo cuando hablamos de hipo o estornudos.
Es por esas curiosidades que quisimos recopilar unos trucos para lograr “adiestrar” esa parte de tu propio cuerpo que no puedes evitar controlar en algunas situaciones vergonzosas o desagradables.
¿Será posible? Pues veamos de qué se trata.
1 Si no quieres estornudar, pellizca la piel en la parte superior de la nariz
Si sientes picazón en tu nariz, el cerebro está recibiendo la señal de alarma y da la orden de estornudar. Pero si aprietas esa parte de la nariz, el cerebro cambia la orden y ralentiza el resto de los procesos, incluyendo el reflejo de estornudar.
Ahora bien, si de verdad quieres estornudar pero no puedes, lo que debes hacer es mirar directo a las luces más brillantes.
2 Si quieres oír mejor, debes taparte las orejas
Parece que es todo lo contrario, pero si estás en un lugar con mucho ruido y quieres oír lo que te está diciendo tu amigo, debes apretar el trago de la oreja y acercarte hacia donde está tu amigo. Este truco es muy utilizado por los músicos y se ve como si estuvieran ajustando su auricular.
3 Si algo te preocupa, chupa el pulgar
4 ¿Estás con hipo? Coloca un trozo de hielo sobre tu lengua
Si has probado los trucos típicos para dejar de tener hipo y no te resultan, intenta colocar un trocito de hielo sobre tu lengua por unos segundos y verás cómo dejas de hipar.
5 Si te duele el costado cuando corres, inhala pisando sobre tu pie izquierdo
Simplemente debes inhalar pisando con el pie derecho y aplicar un suave masaje en el lado que te duele.
Cuando corres, la sangre llega a los músculos que están trabajando pero si no tienes un buen pre calentamiento, la sangre se empieza a distribuir mal y se va acumulando en el hígado o en el bazo oprimiendo el diafragma.
6 Si quieres despertar más rápido, aguanta la respiración
El ritmo cardíaco se acelera y el cuerpo recibe la señal de “modo activo”. Sin embargo, no debes abusar de este truco, ya que despertar bruscamente supone un fuerte estrés para tu corazón. En el caso de los hombres no es recomendable que lo hagan sino hasta, mínimo, 2 horas después de despertarse, aunque a esas alturas ya estarán más que despiertos.
7 Si estás de mal humor, usa un lápiz en tu boca
Es muy sencillo. Mantener un lápiz entre tus dientes es lo mismo que trabajan los músculos que se usan para sonreír. Los impulsos llegan por las terminaciones de los nervios al cerebro y éste en respuesta activa la producción de endorfinas.
8 Activa tu super memoria oliendo romero
Cuando estás estudiando y debes memorizar mucha información, lo mejor que puedes hacer es potenciar tu memoria oliendo el romero. Será más rápido memorizar y es una forma más sana sin requerir de fármacos o bebidas especiales.
9 Cuando se te entumece una pierna, mueve tu cabeza de un lado a otro
Esta sensación desagradable de que se duerme una mano o una pierna, nos deja imposibilitados de movernos y debemos esperar hasta que se pase el hormigueo. Ahora ya sabes que deberás mover la cabeza de un lado al otro y así podrás relajar los músculos del cuello haciendo que esa molestia desaparezca.
10 Pellizca tu nariz para engañar al detector de mentiras
Cuando debes decir una mentira y estás nervioso, tu corazón late demasiado rápido. Prueba pellizcándote la punta de la nariz y luego tapándola con los dedos. Luego cierra la boca e intenta exhalar con brusquedad así sentirás cómo cambia la presión en los oídos. Ahora bien, si tienes problemas de corazón, no utilices esta técnica.
11 Engaña a tu mente y ve el mundo como si fuera un universo paralelo
- Debes poner la radio en la frecuencia para que oigas el “ruido blanco”.
- Corta una pelota de ping pong en 2 partes y fíjalas sobre tus ojos con ayuda de cinta adhesiva.
- Luego, túmbate junto a la radio y te relajas. Pasado 10 o 20 minutos, empezarás a sentir en tu mente el efecto Ganzfeld. Lo que pasa es que tu cerebro empieza a interpretar el sonido y la luz visible de una forma nueva y crea sensaciones inusuales e incluso algunas alucinaciones leves. Se trata de un fenómeno atípico sobre la percepción de la realidad y se conoce de su existencia hace tiempo, pero recién en el siglo XX se comenzó a estudiar con seriedad.