“Esta búsqueda por la muerte se convirtió, paradójicamente, en una motivación para vivir” confiesa Ana Estrada que sufre de polimiositis por lo que le diagnosticaron que pasará su vida postrada en una cama sufriendo dolores.
Ana Estrada Ugarte desearía nunca tener que haber llegado a la justicia para morir, pero su caso ha dado a conocer a las autoridades una forma de vida que no es digna, por lo que le han dado derecho para realizarse una eutanasia.
La eutanasia no está permitida en Perú, por ello Ana tuvo que someter su petición a un largo juicio. Ella tiene 44 años y padece de polimiositis, una enfermedad degenerativa que la mantiene postrada y siendo atendida 24 horas.
para su enfermedad no existe cura o tratamiento y en 2015 Ana decidió abandonar los hospitales ya que nadie podría hacer más por ella, para quien todo perdió sentido.
Ana tiene dificultades para tragar, sufre neumonía por aspiración y problemas para respirar. Sus músculos son muy débiles y no pueden sostenerla, por lo que debe soportar malestares y dolores cada día.
Ana, aún sabiendo que en su país no se permite la eutanasia, quiso exponer su caso. El Código Civil peruano penaliza la muerte asistida, pero la Defensoría del Pueblo dio las pruebas suficientes para que este caso pudiera ser ganado por la mujer.
El fallo a favor de Ana es un hito histórico en Perú, aunque sólo aplica para el caso de Ana siendo la excepción debido a su enfermedad. Ana dedica este logro a todos quienes desean tener este derecho y agrega “esta búsqueda por la muerte se convirtió, paradójicamente, en una motivación para vivir”.