Esta Conejita No Tiene Orejas, Pero Su Dueña Le “Tejió” La Solución

Rodajia Welch es una joven de 22 años que adoptó una camada de conejos luego de que su dueño, un anciano,  se enfermara demasiado como para cuidarlos. Así ella se dio cuenta que uno de ellos tenía la particularidad de que le faltaba una pata y no tenía orejas. A pesar de ver su discapacidad,  se los llevó a todos a su hogar.

Después de admirar por varios días a la pequeña y adorable Mimi, la joven decidió que haría algo por ella, entonces comenzó a tejerle orejas, de muchas formas, colores y diseños imaginables. Ahora sólo debes prepararte para tener un ataque de ternura.

 

La pequeña Mimi ahora luce hermosa con algunas de sus orejas de color rosa y blanco, pequeñas tipo ratón e incluso corona de flores. Rodajia habló con el portal LadBible y contó el origen de todo: “La decisión de confeccionar orejas comenzó con la búsqueda de su nombre, obviamente tenía que estar relacionado con las orejas. Entonces, mientras investigaba, mi novio Josh se encontró con Kemonomimi, que es una forma de cosplay donde los personajes tienen orejas de animales. Fue perfecto porque no tenía orejas y podía ser lo que quisiera ser”.

Así, Rodajia se emocionó mucho y decidió hacer a Mimi su propio par de orejas. Sin duda una gran idea la de  Rodajia.

 

 

La joven piensa en quedarse con la hermosa camada hasta que tengan la edad suficiente para ir a nuevas casas, pero dice que se quedará con Mimi, sí o sí. “Mimi es la luchadora de la camada y nació sin orejas y con tres patas. Ella es la luchadora y mucho más pequeña que las demás, así que creo que tal vez fue una falta de oxígeno o una nutrición insuficiente para su desarrollo”.

Sobre el bienestar de Mimi, su joven dueña comentó que “solo usa las orejas para las fotos, o cuando está sentada conmigo. Me deja ponérselos, pero por razones de seguridad no los ato en nudos, así que si quisiera, los podría arrancar con bastante facilidad”

 

 

Además, la mujer comentó que no ve a su conejita molesta con su nuevo accesorio y por lo general no les presta mucha atención, porque pasa la mayoría del tiempo comiendo. “A veces ella trata de comerse la cinta, pero luego la quito o la muevo, así que no lo consigue”, contó.