William y Kate Reciben Críticas Por Permitir Que Su Pequeño Hijo George Participe De La Caza

Quienes hayan visto la serie de Netflix “The Crown” probablemente ya saben que para los miembros de la Corona británica ir a cazar animales en Balmoral, Escocia, es uno de sus pasatiempos favoritos e irrenunciables.  Sin ir m{as lejos, el padre de la Reina Isabel II era adicto y se escapaba cada vez que podía.

Finalmente, le traspasó el “gusto” a sus dos hijas, Isabel y Margarita; la reina a su hijo Carlos y el Príncipe de Gales a sus respectivos hijos, William y Harry, pues bien, como es tradición, ahora le ha tocado por primera vez al pequeño George. De esa forma ha quedado instalada este “deporte”  o hobby en todas las generaciones de la corona.

 

 

El pequeño de tan solo 5 años, fue llevado al Castillo de Balmoral con sus padres los Duques de Cambridge, Kate y William. El pequeño que será algún día rey  fue testigo por primera vez cómo su padre cazaba una especie muy escasa de aves; gallo lira.

 

 

Siendo una tradición muy especial dentro de la corona británica, este evento fue muy importante y fue conmemorado con un almuerzo íntimo en el Castillo, al que asistieron también Carlos, Camilla y hasta la misma Reina Isabel II, el Príncipe Eduardo y su familia, según lo informa el sitio Scottish Mail.

Desafortunadamente, este tipo de “actividades” son obligatorias en la formación de los niños de la Corona. De la misma forma que deben cumplir con estrictas horas de música, deporte y otros estudios teóricos a la semana.

 

 

Sin embargo, ningún cibernauta se tomó a la ligera este “evento de iniciación” del pequeño. Las críticas  a la corona fueron incesantes y brutales, y sobre todo a William y a Kate.

Los cibernautas furiosos apuntaron a que los Duques de Cambridge eran unos “hipócritas” pues cuando había nacido George dijeron que lo querían criar de una forma diferente; más moderna, con menos normas y protocolos extraños y formales, pues así lograrían educar a un niño, como todos.

 

 

No obstante, con esto, demostrarían todo lo contrario. Lo catalogaron hasta como abuso infantil:

“¡Qué pasatiempo! – Matar por entretención. Mostrarle a un niño cómo matar pequeños pájaros es asqueroso y sangriento. Espero que el pequeño no tenga pesadillas. Ojalá quede tan traumado que no quiera hacerlo más”; “¡Qué les pasa a estas personas? Incitando actividades sangrientas a un niño debiese ser visto como abuso infantil. No es que me esperaba en todo caso nada mejor de ellos. Otra generación de abusadores de animales en una larga línea”; “¿Cómo siguen haciéndolo el 2018? ¡Es asqueroso!“; “Estas personas son unos parásitos, es hora que abandonen sus palacios y castillos. Todo el dinero que ahorraría el Reino Unido en seguridad es increíble”; “Qué desilusión de William y Kate. Pensé eran distintos, qué mal ejemplo”, son sólo algunos de los comentarios en Internet respecto al asunto.

 

 

Mientras que el Palacio de Kensington no se ha referido oficialmente al hecho y menos a los ataques que han recibido.
Demás está decir que la mayoría de los ingleses apoya a la Corona y les gusta ser partícipe de sus eventos, y bueno, al mundo entero en realidad. Pero, es verdaderamente indignante que aún en el 2018 sigan practicando estos hobbies irrespetuosas con los animales. Si bien logramos entender que era una tradición de generaciones pasadas, hoy ya deberían hacer un cambio, y si no desean cambiar, al menos no involucrar a niños.

 

 

La opinión pública ya demostró su descontento, y a parte podrían ser repudiados mundialmente de la misma forma que lo fue el rey emérito Juan Carlos I de España, quien se vio obligado a dimitir en favor de su hijo luego de que lo sorprendieran cazando elefantes por entretención. Un “deporte” que no es de nuestros tiempos ni pertenece a la sociedad que se está tratando de construir.