Seguramente a lo largo de nuestra vida, en más de una ocasión nos hemos podido dar cuenta que los perros están siempre “en guardia” si hablamos de una persona desconocida que entra en su territorio. Sin embargo, cuando estas mascotas gruñen, dicho gruñido puede indicar agresión y además ansiedad. Lo raro es que a veces es todo lo contrario, pues los perros entran en contacto con alguien y de inmediato se dejan acariciar y menean la cola mostrando su felicidad.
Nos preguntamos, naturalmente, ¿cuál es la razón de estas reacciones tan diferentes? ¿Pueden acaso percibir algo que no se puede ver? En definitiva, existen quienes creen que el perro no aprueba a esa persona, lo que crea muchas veces una mala imagen. Sin embargo, lo cierto es que no todos los perros de la tierra son iguales, pero la experiencia de los veterinarios ha permitido encontrar una tendencia que puede llevar a una conclusión convincente.
Por difícil que parezca internalizarlo, el olfato de un perro es 10 mil veces mejor que el de los seres humanos. Esa es la razón por la que es tan difícil para un humano imaginar cómo los perros perciben su entorno a través de la información que les llega por la nariz. No logramos entender cómo los perros entrenados pueden distinguir entre dos gemelos idénticos solo por el olor. Además, pueden saber de qué lugar viene una persona o con quién ha estado, a través del olor que queda impregnado en la ropa.
Un perro puede fácilmente oler algo que ningún humano puede notar y comenzar a gruñir, pero muchas veces puede ser algo inofensivo. El perro puede haber percibido un olor que en su mente está asociado a algo negativo y su reacción se basa en experiencias previas. Es por ello que los perros con mayor edad y que vienen de otros entornos, pueden traer en su mente ciertos “prejuicios” ante olores imperceptibles que los hacen reaccionar de forma negativa sin razón aparente.
Los perros usan la visión mucho menos que su olfato. Sin embargo, pueden también gruñirle a personas que les parezcan similares a otras, por cosas muy peculiares. La reacción del perro es porque consideran que hay un peligro inminente y es por esto que a veces le ladran a sus amos cuando se ponen un gorro o sacan un paraguas.
