De acuerdo a una investigación, una gran cantidad de productos alimenticios para bebés contienen sustancias químicas peligrosas. Los productos contienen arsénico, plomo, cadmio y acrilamida, según una prueba llevada a cabo por The Clean Label Project, una organización sin fines de lucro que aboga por la transparencia al consumidor.
Se basaron en datos de Nielsen para analizar 530 snacks, cereales, fórmulas de bebés y bebidas diferentes que estaban a la venta en los últimos cinco meses.
Lo alarmante es que del total de los productos analizados, los investigadores encontraron que el 65 % contenía arsénico, el 58 % contenía cadmio, el 36 % contenía plomo y el 10 % contenía acrilamida.
De forma más detallada, se encontró que el 80 %de las muestras de fórmula infantil contienen arsénico, una toxina que la Organización Mundial de la Salud asocia con una serie de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.
Aunque las cantidades de cada producto químico variaban en cada producto, algunas contenían hasta 600 partes de arsénico por mil millones. Muchos de estos son productos a base de arroz, o papas fritas y sancks.
El estudio además encontró que los alimentos infantiles hoy en día tienen un 70% más de acrilamida que el promedio,, un químico que se ha relacionado con el daño cerebral y los problemas de fertilidad.
El informe nombró y avergonzó a algunos de los principales gigantes de la industria de la alimentación infantil como Enfamil, Plum Organics y Sprout, a quienes consideraron como algunos de los peores delincuentes por agregar químicos dañinos a sus productos.
Sin ir más lejos, encontraron que el 60 % de los productos con etiquetas “sin BPA” de hecho, dieron positivo para bisfenol A, un químico industrial que se usa para hacer plástico. Clean Label Project dejó al descubierto que dichas empresas no trabajan bajo las regulaciones que existen para proteger la vida de nuestros pequeños.