Godfrey tiene 21 años y es un estudiante de Ontario (Canadá) que se ha convertido en un héroe sin siquiera darse cuenta. Cuando se subió al autobús de regreso a casa, un hombre de mediana edad llamado Robert se sentó a su lado y comenzó a apretarle su mano. Y por lo visto, no iba a soltarle.
Al comienzo, Godfrey pensó que estaba siendo la víctima de una cámara indiscreta, pero pronto se dio cuenta de lo que sucedía.
Lo que sucede es que Robert es sordo y tiene parálisis cerebral, pero al mismo tiempo es una persona bastante emotiva que siempre busca el contacto con la gente. Así fue como Robert terminó por transmitirle a Godfrey un mar de emociones, acostándose en su hombro. No es para sorprenderse que el chico se haya sentido algo incómodo al comienzo.
Pero de todas formas decidió hacer algo que la mayoría de la gente no se atrevería a hacer: permitió que Robert se acostara en su hombro durante el trayecto de media hora. Y, aún más, le tomó de la mano durante todo el viaje.
La enfermera que cuida al hombre encontró a Godfrey en las redes sociales y por esa vía le dio las gracias por tan noble gesto de ayuda. Añadió que generalmente la gente se echa a un lado, asustada, y que era una rareza encontrar un acto de tanta bondad actualmente.
Los familiares de Robert también le dieron las gracias a Godfrey, y le contaron que el hombre era muy amable y sociable.
Acá está Robert junto a otro amable muchacho que tampoco rechazó a Robert:
Cuando un pasajero capturó la emotiva escena y la subió a redes sociales, se volvió viral debido a la ternura de su contenido. Poco tiempo pasó antes de que a Godfrey lo llamaran de la televisión local y se convirtiera en un héroe.
¿Quién hubiera hecho lo mismo: no huir del afecto inesperado de una persona tan cariñosa? Nos queda la reflexión.
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