Tenía 23 Cuando Perdió Su Rostro En Un Accidente. Hoy Cuenta Su Historia De Recuperación

Gracias a su pequeña hija, él pudo tener fuerzas para salir adelante.

En la vida de las personas suelen ocurrir eventos que pueden cambiar para siempre el día a día, sea para bien o para mal

Pero sin duda, perder el rostro es algo que puede hacer perder toda esperanza a quien lo vive. Así le ocurrió a Dallas Wiens.

Fue en 2008 cuando Dallas se encontraba pintando una iglesia. Accidentalmente, tocó un cable de tensión que le dio corriente. En ese entonces tenía 23 años y tuvo que ser llevado de urgencia al hospital donde lo pudieron estabilizar.

Logró sobrevivir pero las consecuencias fueron terribles para su vida. Había perdido casi todo el rostro debido al accidente, literalmente ya no tenía cara.

Para mucho, empezar a vivir en estas condiciones los dejaría sin fuerzas para luchar. Pero Dallas tenía algo más importante por el que seguir con vida: su pequeña hija Scarlette. La niña fue su razón para vivir sabiendo que le podía provocar miedo y no lo reconocería nunca más.

Sin embargo, todo se dio con mucha calma y Dallas debió pasar 2 años y medio sin rostro.

En 2011, Dallas se convirtió en el primer estadounidense en recibir un trasplante de rostro completo gracias a un donante anónimo.

Las terribles cicatrices que aquel accidente no fueron impedimento para luchar por seguir adelante. Según contó al ABC News, Dallas aseguró que fue el apoyo de su hija Scarlette el que le permitió  soportar el agotador proceso del transplante.

“Pude haber vivido así no más, sin problemas, si no tuviera a mi hija. Pero no podía soportar la idea de que me viera y preguntara  ‘¿Por qué su papá se ve tan diferente”, contó.

El trasplante no le permitió volver a recuperar la vista, pero al menos logró recuperar la sensación en su rostro y, de a poco, ha podido aprender a oler de nuevo.

En la entrevista le preguntaron si pudiera volver al pasado y pudiera evitar el accidente, lo haría; sin embargo, el hombre dijo que no y aseguró que desde ese momento “han ocurrido muchas cosas buenas. Mi familia está más cerca y soy mejor persona”.

“Esta nueva cara se siente natural, como si se hubiera vuelto mía. No podré expresar con palabras lo que me han dado con esta oportunidad. Estoy en deuda por el resto de mi vida”.

Luego del trasplante, Dallas logró encontrar de nuevo el amor. El hombre conoció a otra víctima de quemaduras, Jamie Nash. Ambos se encontraron en un grupo de apoyo de sobrevivientes en 2013.

La pareja se casó en la misma iglesia donde Dallas tuvo su accidente. Según dice, es curioso que ese lugar sagrado le haya vuelto a cambiar la vida, pero ahora para bien.

Acá te dejamos su entrevista inspiradora:

¡Inspirador!