Las mariposas monarcas son una de las especies más comunes y más bellas, y podemos encontrarlas en cualquier parque o simplemente en nuestro jardín. Dependiendo de la época del año en que nazcan, esta clase de mariposa puede vivir desde 2 semanas hasta aproximadamente 5 meses.
Por ello da tanta pena cuando la vida de una mariposa monarca se ve acortada por un accidente con su ala, como fue el caso de este ejemplar ayudado por la diseñadora Romy McCloskey. La mujer decidió rescatar y ayudar a una de sus mariposas monarcas y, básicamente, le salvó la vida.
Romy cría mariposas desde hace bastante tiempo.
“Mi cariño por las mariposas inició cuando las empecé a criar por accidente cuando encontré 3 orugas en un árbol que estaba en mi patio”, cuenta.
Un día, una de ellas sufrió un ligero accidente y perdió la mitad de su ala. La mujer estaba decidida a salvarla.
Para hacerlo decidió no aplicar sedante de ninguna clase en el ala de la mariposa, pues para ellas es igual a limar o cortar las uñas: no sienten ningún dolor.
Luego preparó la sala de operaciones con toalla, tijeras, talco, pinzas de cejas, pegamento, palillos y las alas de una mariposa que había muerto hace unos días.
Luego, aseguró el cuerpo de la mariposa con un gancho de ropa y cortó las áreas dañadas del ala.
Después pegó las alas de su otra mariposa en el insecto y, aunque las líneas negras no coincidieron del todo, sus alas cicatrizaron y pudo emprender el vuelo.
Al día siguiente la pequeña mariposa, que tenía apenas 3 días de vida, pudo ocupar sus alas para ser libre y descansar entre las ramas de los arbustos.
Para Romy, las mariposas tienen un significado especial, pues su madre antes de morir le dijo las siguientes palabras:
Romy, donde quiera que veas una mariposa, allí estaré yo contigo. Te amo.
Desde entonces, ella ha desarrollado un gran cariño por estos insectos y se ha vuelto una uerte de criadora y protectora.