Si normalmente sientes un cierto hormigueo en tus brazos o piernas luego de haber estado sin moverte por un rato, o durmiendo o sentado, debes sabes que esa sensación le puede afectar a cualquiera.
Ahora, lo importante es saber las razones de porqué las tenemos. Acá te vamos a aclarar un poco de qué se trata.
Esa sensación de hormigueo está íntimamente relacionado con la circulación sanguínea y los nervios. Sabemos que el cuerpo se oxigena a través de los glóbulos rojos que viajan por los vasos y arterias.
Cuando estás con una posición forzada o incómoda, los vasos se pueden ver comprimidos por lo que el flujo sanguíneo empieza a ralentizarse. De este modo, los nervios sensoriales lo perciben como una desaceleración de la circulación y entonces envían una señal de alerta al cerebro.