Seguramente alguna vez presenciaste una pelea callejera y supiste que siempre existen dos opciones: sentarse a mirar como si fuera un espectáculo sin intervenir, o lanzarte entre las dos partes y hacer algo por detener la violencia (hablar o usar la misma violencia). Cada uno actúa según su propia personalidad.
Pero seguramente nunca pensarías en utilizar la comida para resolver una pelea en apenas unos segundos.
Las cámaras de seguridad de una pizzería en Los Angeles (California, Estados Unidos) captaron la situación: justo al frente del local, dos hombres se molían a golpes en el suelo sin motivo aparente, hasta que uno de los trabajadores del local de comida aparece con una pizza fresca.
Al comienzo parece como si fuera a golpear a alguno de los involucrados con la comida, pero supo manejar el asunto bastante bien.
El mesero está a punto de servir a algunos clientes, pero cambia de opinión y decide romper la pelea con pizza en mano primero.
Pronto se acerca, les conversa, les ofrece una rebanada de la pizza y las diferencias desaparecen. Realmente el olor y el sabor de la pizza pueden lograr lo que sea.