El martes pasado, el parlamento estatal australiano aprobó nuevas leyes para introducir fuertes penas de prisión para aquellas personas declaradas culpables de delitos de abuso sexual infantil.
“Estas duras leyes anuncian una nueva era para hacer justicia a las víctimas, al tiempo que envían un mensaje claro de que el abuso sexual infantil nunca está bien“.
Yvette D’Ath, fiscal general y ministra de justicia de Queensland
“Crean un nuevo delito por no informar y no proteger a un niño del abuso sexual infantil institucional. Las nuevas leyes también aclaran que los sacerdotes no podrán confiar en el sello de confesión para evitar denunciar abusos“.
Yvette D’Ath, fiscal general y ministra de justicia de Queensland
Desde ahora en adelante, los sacerdotes que no denuncien a los pedófilos que confiesen haber abusado a niños en la iglesia, arriesgan pena de cárcel.
El parlamento está apunto de aprobar una ley histórica.
El proyecto de ley está en línea con una recomendación de la Comisión Real sobre Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil.
Steve Andrew, diputado de One Nation, se opuso tajantemente al proyecto de ley, asegurando que se trata de un “precedente peligroso” que llevaría a otros profesionales, incluidos abogados, médicos y periodistas, a verse obligados a revelar información confidencial, ya que eventualmente otras profesiones se incluirán.
La ley también considera delito suministrar o crear una muñeca sexual infantil, otorgando penas de hasta 20 años de prisión.
El abuso sexual infantil es un delito que debe ser tratado como tal, independiente de quién lo realice.