Es justo cuando creemos que los avances en la protección a los animales han cambiado su realidad, que aparece una nueva noticia que nos despierta y nos dice que nada ha cambiado tanto. Siempre ha existido el negocio de la carne de perro, y más allá de las diferencias culturales las sociedades protectoras de animales han logrado detener un poco este negocio.
En Asia, aunque los jóvenes han creado conciencia al respecto, sigue siendo muy común la carne de perro. Hace poco, en Camboya un hombre salvó la vida de un perro que estuvo a punto de morir sacrificado después de que lo raptaran para cobrar una deuda familiar.
Mongrel Noun se llamaba la perrita de 7 años que fue secuestrada por el propietario del lugar después de que su dueño no pagara los 2600 rieles camboyanos que le adeudaba.
La familia de la perrita contactó a los activistas de The Sounds of Animals para solventar la situación.
Así fue como Michael Chor viajó de Tailandia a Camboya para detener la ejecución de la perrita a tiempo. En estas fuertes imágenes se puede ver cómo varios animalitos eran sacrificados y ejecutados para comercializar su carne.