Creímos por mucho tiempo que perros y gatos jamás se podrían llevar bien, sin embargo hay historias que nos demuestran totalmente lo contrario y es que el amor animal es incondicional, independiente de la raza o la especie.
Terra es una gatita callejera que se paseaba diariamente por la casa de Reina y un perrito llamado Archer le tomó tanto cariño que decidió adoptar a esta gata que comenzó a tener síntomas de embarazo.
Pasaron algunos meses y Terra dio a luz a 7 hermosos gatitos, por supuesto que Archer también se enamoró de ellos y decidió cuidarlos durante todo el día, cumpliendo el rol de padre.
Terra no se preocupa cuando Archer quiere jugar con los gatitos porque sabe que están en buenas manos. El perro es prácticamente su guardaespaldas y los lleva a donde quieran ir.
Los gatitos son muy felices durmiendo todos dentro de una pequeña caja y les encanta.
Sin importar de qué especie son, perros y gatos pueden compartir grandes momentos de felicidad y crear una familia.
El amor sin duda es más fuerte que cualquier cosa y definitivamente perros y gatos no se odian.
Gracias al amor y cuidado entregado por Archer, los gatitos han crecido fuertes y sanos, dentro de una gran familia llena de amor.
