Uno de los grandes compromisos de ser padre o madre es apoyar a su hijo o hija en cualquier tumbo que quiera tomar en su vida, sobre todo en estos tiempos en que estamos construyendo una sociedad más plural e inclusiva.
Matthew Stubbings, ocupó sus redes sociales para pedir respeto y un trato igualitario hacia su hijo Stormy, que nació como mujer y está haciendo la transición al género masculino con apenas 4 años de edad.
Stormy mostró sus primeros signos de identificación con el masculino a los dos años, diciendo que “odiaba las coletas y los vestidos, incluso los zapatos bonitos”, según cuenta Matthew. Seis meses después, él mismo le dijo a su familia: “no soy una chica, creo que soy un chico”.
Sin embargo, la familia ampliada de Stormy ha tenido algunos problemas para aceptar su decisión de transición a otro género, de hecho, muchos de estos familiares aún lo tratan como chica y lo llaman por su antiguo nombre, Emerald.
Por lo mismo, el padre aprovechó su red de contactos de LinkedIn para enviar un mensaje a sus seguidores y pedirles que “acepten a los otros por lo que son en la vida”.
“Este es uno de mis hijos, un chico brillante y feliz que adora su vida. Lo que mucha gente no sabe es que nació con genitales de niña, pero su identidad de género, lo que está en su cabeza, no calza con su sexo físico.
Estoy muy orgulloso de que él sepa quién es y no esté constreñido por las normas sociales y los prejuicios. Todos podemos aprender algo de este pequeño y yo lo hago todos los días. Todos somos diferentes”.
Matthew Stubbings, padre de Stormy, en LinkedIn
Stubbings señala además, que hay que aceptar que la gente es distinta entre sí, sin encasillar a las personas para tratar de estar en equilibrio al respecto.
“Aceptar a la gente por como es, es la única manera de fomentar la innovación, abrazar el crecimiento y sacar lo mejor de cada uno de nosotros. Tengo el permiso de mi hijo para publicar esto. Él está orgulloso de sí mismo”.
Matthew Stubbings, padre de Stormy, en LinkedIn
En septiembre comenzará el periodo escolar de Stormy y su padre está preocupado de que el chico tenga problemas en los baños o los vestidores de la escuela.
Además, la dirección del establecimiento los forzó a inscribir a Stormi con su nombre anterior, lo que no es muy buen apronte para el pequeño.
Las condiciones para esta familia son adversas, pero la lucha para que Stormy sean aceptado y respetado entre sus pares recién está comenzando. Además con estos padres tan comprometidos y orgullosos de su hijo, seguramente será menos difícil.