Estamos muy acostumbrados a que en la medicina occidental, todo se trate con medicamentos, y eso incluye la salud mental, por supuesto. Existen pastillas para tratar la depresión, la angustia, la ansiedad etc. Sin embargo, está lejos de revertir el núcleo del problema, ya que es un tipo de tratamiento que sólo se enfoca en tratar el síntoma. Afortunadamente, en algunos rincones del mundo se están buscando alternativas diferentes a los fármacos y incluso en hospitales formales.
Åsgård no es sólo el planeta de Thor, es la ciudad escandinava donde un hospital psiquiátrico es pionero en iniciar un camino muy particular que no incluye medicamento alguno.
El hospital psiquiátrico de Åsgård en Tromsø, Noruega, es un edificio con la arquitectura institucional de la época de la Guerra Fría, y en términos de su ubicación geográfica, no podría ubicarse más lejos de las instalaciones de la psiquiatría occidental. Podemos decir exactamente lo mismo de sus fundamentos.
Tromsø está ubicado a 400 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, con turistas que van durante los meses de invierno para presenciar la aurora boreal. Sin embargo, es en este sitio lejano, en el piso de un hospital que se había cerrado y que se había remodelado recientemente, donde uno puede encontrar un cartel sorprendente en la puerta del pabellón: medikamentfritt behandlingstilbud que significa “tratamiento libre de medicamentos”, consigna impulsada por el propio ministerio de salud del país y que, entre otros propósitos, busca explorar otras formas de tratar la mente y sus trastornos.
Características
El tratamiento sin medicamentos en Tromsø se trata de una sala abierta con seis camas para pacientes con enfermedades mentales graves, que esperan un tratamiento sin medicación psiquiátrica. El objetivo es darles a los pacientes una opción. El tratamiento libre de medicamentos en Tromsø también ayuda a los pacientes a disminuir las drogas psiquiátricas. Acá los doctores intentan organizar el tratamiento en torno a la actividad física, la terapia artística y el diálogo en grupos sobre la recuperación y la vida diaria, componentes en un programa semanal. El personal y los pacientes participan juntos en estas actividades. Sin duda una gran iniciativa que mostrará sus resultados en unos años más.