Luego de que su pequeño hijo Bastián fuera víctima de repudiables agresiones por parte de una maestra al interior del jardín al que iba, Alejandro Mancilla decidió tragarse el dolor de exponer a su hijo y denunciar públicamente el hecho. “Para mí es realmente lamentable tener que subir estas imágenes, pero lo hago porque la impotencia, el sentimiento de culpa y la rabia que siento nos hizo tomar la decisión de hacerlas públicas”, comienza el acongojado padre.
El menor de dos años asiste al Jardín Infantil Corazón de Ángel de la ciudad de Puerto Montt (Chile), donde se ha desatado la polémica luego de conocer la terrible historia ocurrida en el interior del establecimiento.
Alejandro Mancilla, padre de la pequeña víctima, acusó que debido a que su hijo no avisó que quería ir al baño, se orinó en los pantalones y la maestra decidió desnudarlo, sentarlo en una silla alejada del resto y dejarlo ahí para humillarlo.
Según escribe el mismo padre:
“Nos enteramos por medio de una funcionaria del mismo establecimiento que nuestro pequeño estaba siendo víctima de humillaciones, maltrato físico y psicológico.
“Como se puede apreciar en la foto que fue tomada el día miércoles 23, (uno de los días que hizo mas frío esta semana), mi pequeño al no dar aviso para ir al baño se hizo pipi en los pantalones, provocando que una de las tías lo marginara, lo desnudara de la cintura para abajo sentándolo en una fría silla, en una sala distinta a donde estaban los demás niños por un tiempo superior a los 15 minutos.
“Como se puede apreciar, mi hijo está llorando, con miedo y con frío al lado de un balde con agua con el cual hacen aseo.”
En la publicación, además el padre se refirió a una preocupante situación ocurrida el último mes: pese a que su hijo, de casi tres años de edad, ya había aprendido a controlar su esfínter, durante las últimas semanas el pequeño tuvo un retroceso notorio en este campo. No importa donde estuviera, el niño no alcanzaba a avisar y se orinaba.
Cuando le transmitió esta preocupación a las profesoras y cuidadoras, dijeron que ello respondía a una conducta de imitación a los otros niños.
A lo anterior, además se sumó el comportamiento que mostró la semana anterior al hecho: cada vez que sus padres le mostraban la ropa que usaba para asistir al jardín, el pequeño entraba en pánico y se largaba a llorar.
Con el correr del tiempo (aproximadamente un mes) tuvo un evidente retroceso y volvió a la condición donde no controlaba ni avisaba nada, aunque estuviéramos en casa. Hablé con la educadora encargada y la justificación que me dio era que el niño lo hacia por imitación, ya que de los demás niños, ni el 90%, controlaba ni avisaba;
Pero lo lamentable vino esta semana, ya que el niño al momento de ver su cotona [uniforme] a la hora de vestir en casa ya se ponía a llorar, y cuando llegábamos al jardín no quería quedarse por nada del mundo, siempre quería que lo tenga cargado y los últimos días lloraba mucho.
La publicación en redes fue hecha el día 25 de mayo, y pronto se volvió viral en Facebook y fue recogida por distintos medios de comunicación que expusieron las distintas vejaciones de las que los niños del jardín están siendo víctimas en la institución. Hasta la fecha, más de 10 mil personas han compartido la acusación de Mancilla.
Junto con exponer los horrores a los que fue expuesto su hijo, el padre hizo un llamado a la comunidad a a mantenerse alerta frente a cualquier reacción extraña de sus hijos.
“Por favor le pido a todos mis amigos(as) papás que siempre se encuentren alerta a estas situaciones con sus pequeños porque hablando con la funcionaria que nos envió las fotos anoche, nos comentó otras cosas que ocurrían con los demás niños pero que no se atrevía a denunciar por miedo a perder el trabajo”, escribió.
Aunque los padres increparon a las maestras del jardín pidiendo explicación por las imágenes, nadie de la institución pudo explicar razonablemente el horror que en ella aparece. Actualmente, los padres buscan llevar el caso a la Superintendencia de la Educación, un organismo regulador que podrá abrir una investigación que, esperan, termine con la expulsión de la profesional involucrada.