Según la Organización Mundial de la Salud, una cuarta parte de todos los adultos sufrieron alguna clase de abuso en algún momento de su infancia. Es una cifra preocupante, pero es necesario señalar que el rango de “abuso” abarca todos los tipos de maltrato físico o psicológico, desde el abuso sexual, la desatención, negligencia, abandono y toda clase de explotación que agreda a su dignidad y tenga consecuencias negativas en su salud, desde las leves hasta las que atentan contra su vida.
Ahondando más en la clase de abusos, existe uno que tiene que ver con niños totalmente desatendidos por sus padres, al grado de que no los cuidan ni los alimentan, incluso llegando a la muerte del menor por inanición.
Es el caso protagonizado por una madre de 29 años llamada Devin Moon. Ella pasaba todas las noches bailando para obtener dinero en un club del condado de Gwinnett, Georgia, en Estados Unidos. Pero ahora está detenida y probablemente pase el resto de su vida en prisión.
Gwinnett County Police Department ha arrestado a Devin Moon por crueldad infantil en primer grado y asesinato culposo. La víctima fue su hija, quien tenía 2 años y 11 meses de edad. Devin tenía una hija de 2 años llamada Reygan Moon. Como la mayoría de las niñas, era una linda pequeñita que iluminaba una habitación entera cuando sonreía. Pero Reygan pasaba hambre todos los días y se quedaba sola todas las noches, a veces durante 10 a 12 horas seguidas, mientras su madre bailaba en un club nocturno para ganarse la vida.
Los detectives que investigaron la muerte señalaron que la madre “regularmente dejaba sola a la niña durante toda la noche” y pudieron determinar que la causa de muerte fue “desnutrición por negligencia”. Reygan pesaba la mitad de lo que debería para una niña de su edad. Así, Devin fue arrestada y acusada de crueldad infantil en primer grado y asesinato culposo. Por supuesto, ella trató de justificarse diciendo que su hija había nacido con “problemas de salud“, mismos que supuestamente evitaban que la niña “subiera de peso“. Pero la verdad será juzgada por un jurado y un juez cuando enfrente su crimen.
Lo cierto es que nadie se muere de un día para otro de hambre, nadie pierde la mitad de su peso corporal por dejar de comer solo un par de días. Morirse de hambre lleva tiempo y eso no puede obviarse, su madre dejó que la vida de su hija se marchitara poco a poco hasta apagarse y ya no hay nada que hacer para remediarlo. Según informes de la Clínica Mayo, estas son las señales que pueden delatar a padres como Devin y alertar a tiempo sobre el maltrato y el abandono en el que sus hijos pudieran estar viviendo.
Señales:
Demuestran muy poco interés en sus hijos.
Siempre negarán que hay un problema en su hogar o culpan a sus hijos de todo.
Resultan incapaces de reconocer malestares físicos y emocionales en sus hijos.
Evitan a toda costa que sus hijos tengan contacto con otras personas.
En caso de ser confrontados, sus explicaciones son poco creíbles o simplemente se niegan a responder.
No debemos dejar pasar estas señales que algunos padres, parientes, maestros o adultos pudieran presentar. Sobre todo, si un niño se ve demasiado delgado y no ha crecido como debería, presenta una higiene deficiente, falta mucho a la escuela, muestra indiferencia o tiene cambios emocionales atípicos y fuera de contexto.
Los niños son muy vulnerables y si sus padres los maltratan o los tienen en el abandono, es la sociedad en general la que debe intervenir: familiares, vecinos, maestros, conocidos e incluso extraños que noten algo raro y actúen a tiempo, para que las niñas como Reygan tengan una vida larga y segura, con las atenciones y todo el amor que se merecen por el solo hecho de haber llegado a este mundo.