Mató A Su Violador Y Lleva Años Presa. Hoy Las Famosas Se Levantan Para Ayudarla

Ella es Cyntoia Brown. Cuando apenas era una niña tomó la decisión de apretar el gatillo y matar al hombre que la violaba. Hoy los jueces la condenaron a cadena perpetua.

Conocer su historia, eriza la piel. Te deja una sensación de desamparo e impotencia. Y no es menos, porque parece increíble que una mujer indefensa se vea envuelta en uno de los peores sufrimientos. Uno que debe seguir viviendo silencio y sin importar su historia anterior.

 

Ella creció en una familia envuelta en las drogas, la cárcel y los abusos. Tristemente, estaba condenada al mismo destino envuelta en un círculo vicioso casi irremediable. Cuando Cyntoia tenía 16 años conoció a un drogadicto de 43 llamado Johnny Allen. El hombre la llevó a la fuerza hasta su casa para tener sexo con ella.

 

Desde ese minuto, podemos imaginarnos que una adolescente como ella nunca más querría ver a su violador en su vida, pero no pudo hacer nada. La amenazó con matarla sino guardaba silencio y permaneciera a su lado.

 

Pudo haber arrancado pero su miedo era mayor así que no lo hizo. No sabía cómo hacerlo y no se atrevió a desafiar a su verdugo. Cyntoia era apenas una niña conociendo este cruel mundo.

Allen, alias ‘corta gargantas’, la retuvo como su “novia prisionera” y, de hecho, la obligaba a prostituirse en la calle para que le llevara dinero. Además, la violaba en repetidas ocasiones.

 

Luego de muchas noches de horror, Cyntoia volvía a casa de Allen con dinero y se encontró con él más agresivo que nunca. Le enseñó las armas que tenía guardadas y le contó que había trabajado en el ejército. A las horas después, todo fue confusión.

Los hechos dicen que Cyntoia tomó un arma y le disparó al hombre en la cabeza. Esa chica de sólo 16 años, víctima de violaciones, agresiones, obligada a prostituirse, terminó por matarlo. Y se sintió liberada. Era obvio quién era la víctima y quién el victimario.

Pero se encontró con el peor escenario que podía imaginar. La justicia no consideró lo mismo y Cyntoia terminó presa.

 

La chica fue llevada esposada a declarar al estrado. Fue condenada porque su disparo constituyó un asesinato premeditado y el móvil fue el robo. Ese día, Cyntoia huyó llevándose consigo el arma con el que mató a Allen.

Estuvo dos años tras las rejas hasta que un grupo de jueces decidió, sin que nadie pueda entender por qué, que  Cyntoia debía ser condenada a cadena perpetua.

Una verdadera injusticia.