Todo es por que tienen otras prioridades, como el éxito profesional y el desarrollo intelectual.
El estudio fue realizado por el psicólogo Satoshi Kanazawa y se llama “The Intelligence Paradox” o “La paradoja de la inteligencia”, en español.
Según el experto, las mujeres más inteligentes no tienen muchos deseos de ser madres, aún teniendo los recursos económicos y emocionales necesarios para serlo.
Según Kanazawa, las mujeres más inteligentes no tienen ese instinto maternal ya que la inteligencia está asociada a comportamientos evolutivos y no a comportamientos tradicionales.
“La evolución del ser humano apunta a avanzar hacia nuevos desafíos, no quedarse en los patrones clásicos. En otras palabras, tiene la necesidad de cumplir objetivos que sean un desafío para su intelecto“, señaló.
Por lo tanto, esas mujeres prefieren optar a otras cosas en vez de convertirse en madres. Si tienen un coeficiente intelectual mayor, lo que buscan es desarrollarse profesional e intelectualmente y dejan a un lado el llamado maternal.
Con esta teoría se podría explicar el que existan mujeres en todo el mundo que han logrado el éxito profesional como algunas actrices famosas, gerentes generales, doctoras, empresarias, políticas, además de otras profesiones y que aún no son madres.
Por otro lado, esta teoría está enviando una señal a la sociedad. Lamentablemente indica que si una mujer desea desarrollarse el máximo posible, se le hace difícil darse el gusto de ser madre al mismo tiempo. Ambos aspectos chocan entre sí y son incompatibles, ya que son dos mundos que requieren de un compromiso mayor. Existe el temor de no ser buena en un área y fallar, por lo que termina decidiéndose por uno, postergando el otro.
Es por ello también que la tendencia siempre ha sido que los puestos laborales más importantes del mundo estén ocupados, en su mayoría, por hombres.
Sin duda, es una lucha permanente por la igualdad y que está sucediendo en muchos países actualmente.