Mucha gente que visita el refugio neoyorquino de animales Town of Hempstead se pregunta por qué la bella Mimi sigue en el lugar, sin ser adoptada. Aunque es una perrita ejemplar, leal, muy cariñosa y juguetona, no ha podido encontrar un hogar definitivo en dos años. La principal razón: su miedo a los extraños.
Mimi desconfía mucho de las personas que no conoce. De hecho, esta fue la razón que la llevó al refugio: sus dueños la entregaron por un problema de “comportamiento”.
Así lo contó Emily Drenze, coordinadora de rescate en el refugio, quien además confiesa que todos quieren a Mimi en el lugar. “Estamos enamorados de ella, porque es valiente, pero también es muy tranquila. Ella es la combinación perfecta de todo lo que un perro debería ser”, dice.
No obstante, Emily piensa que el problema de Mimi sería fácil de solucionar para un nuevo dueño, porque aunque al principio desconfía, luego de conocerte es muy amigable. “Se corrige fácilmente, así que creo que alguien puede trabajar con ella y ayudarla a mejorar”, asegura. “Todo lo que necesita es la persona adecuada para darle una oportunidad”.
“Ella tiene chorros de energía, pero también quiere descansar, lo que creo que es increíble, debido a que es mayor y no necesita ir a correr ocho kilómetros por día, solo necesita un hogar lleno de amor para que se relaje”, cuenta Drenze.
Emily cuenta que con Mimi han forjado una fuerte relación a través del tiempo, y siempre que se marcha del refugio le resulta difícil dejarla sola en la perrera. “Preparo su ropa de cama y me siento con ella pero esta situación simplemente apesta. Ella ha estado allí por mucho tiempo, y eso me rompe el corazón”, confiesa.
La familia ideal para Mimi sería solo con adultos y probablemente otros perros, con quienes se relaciona sin problemas. Además, es importante que la adopte alguien que viva cerca del refugio.
Lo mejor es que quien adopte a Mimi tendrá a una amiga de por vida. “Una vez que está contigo y confía en ti, es como el mejor perro del mundo”, concluye Emily.