Seguramente esta fotografía no es nueva para ti. Quizás ya la hayas visto circulando por redes sociales o en tus clases de historia, ya que este retrato dio la vuelta al mundo y muestra una lamentable realidad que afectó a Japón hace muchos años. El fotógrafo estadounidense responsable de esta imagen se llama Joe O’Donnell y ha revelado la historia detrás de su famosa fotografía.
Una fotografía sirve para inmortalizar un momento y tomar registro de una situación, a través de una foto podemos conocer lo que pasó en épocas pasadas. Esta potente fotografía revela un acontecimiento de hace más de 70 años. Todo esto sucedió en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, precisamente en el lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, la segunda de éstas estalló el 9 de agosto de 1945 y la destrucción que provocó fue devastadora.
Específicamente, el fotógrafo Joe O’Donnell llegó hasta ambas ciudades para capturar con su cámara las realidades que dejaron las bombas en la población japonesa. Su trabajo ganó fama en ese momento, pero hubo una foto que llamó la atención mundial inmediatamente. En la instantánea, se ve a un niño que busca a su madre después de la detonación llevando el cadáver de su hermano en la espalda.
De acuerdo al fotógrafo, el niño estaba frente a un par de hombres con máscaras blancas que se encargan de incinerar los cuerpos de las víctimas fatales. Instantes después de que se tomó la foto, entregó el cuerpo de su hermano que fue arrojado a las llamas.
Las guerras mundiales han sido los sucesos más terribles en la historia de la humanidad, millones de militares y civiles perdieron sus vidas y las consecuencias fueron abominables. Gracias a la labor de fotógrafos, camarógrafos y periodistas en los tiempos actuales podemos sólo imaginar una imagen de lo que vivieron nuestros antepasados. Esperamos que no se repitan.