Era un día como cualquier otro y Jieyan Ow se dirigía a almorzar. Caminaba por la misma calle de todos los días, pero no pensó que algo dentro de esa rutina cambiaría su vida por completo. A lo lejos, vio un pequeño bulto y la gente pasaba por al lado sin ponerle demasiada atención.
Sintió curiosidad y se acercó, al hacerlo se encontró con una adorable criatura: una pequeña gatita de sólo unas semanas de vida. La pobre tenía una pierna herida y trataba de sobrevivir. La gatita estaba tan débil que ni siquiera podía llorar para pedir ayuda. Así, Jieyan supo inmediatamente que no podía abandonarla.
“Creo que tenía unas tres semanas y pesaba solo 260 gramos y la articulación de su pierna estaba dislocada”, dijo la mujer a “Love Meow”.
Siendo tan débil y pequeña, la gatita necesitaba que su pierna sanara sola. Con el fin de hacer que ella sanara, la pequeña debía estar en un lugar tranquilo y protegido, y Jieyan estaba dispuesta a cuidarla.
La mujer cuenta que los primeros dos días fueron difíciles, porque la pequeña no quería comer y no confiaba en ella. Por eso Jieyan sólo se dedicó a acompañarla hasta que estuviera preparada. Lentamente comenzaron a sentirse más unidas y todo mejoró. La gatita se decidió a comer e incluso ronroneó por primera vez.
La valiente felina fue bautizada como Tiger. Tras varios días de recuperación y de cuidados, se convirtió en una gatita saludable y traviesa. Su dueña nos cuenta que la pequeña pierna de la gatita está completamente recuperada y que ahora puede saltar y correr feliz.
La adorable Tiger ya tienen siete semanas y está más feliz que nunca. “Es capaz de corretear por la casa a la velocidad de un rayo. Estamos muy orgullosos y la amamos”, dice Jieyan.