El león se llamaba Will y ya había olvidado lo que era sentir la tierra en sus patas pero, afortunadamente, unos rescatistas le devolvieron la vida.
Estuvo mucho años en cautiverio y sufrió de abusos físicos y psicológicos, pero Will pudo tener una vejez en mejores condiciones luego de que unos rescatistas lo sacaron de un circo itinerante. El león llegó hasta el santuario Rancho dos Gnomos, en Brasil, para que estuviera en un mejor lugar para vivir.
Will nunca pudo experimentar la naturaleza ya que solo conocía el cemento y las jaulas como su hogar. Vivió en esas condiciones por más de 13 años.
Pero devolver a Will a la naturaleza de igual forma habría sido cruel e irreal porque un animal en cautiverio no desarrolla las habilidades básicas de sobrevivencia. Por lo mismo, los miembros del santuario tuvieron que llevarlo a un santuario donde le construyeron un lugar acondicionado para que el león fuera supervisado y pudiera ser mantenido.
Así fue como Will llegó a conocer por primera la naturaleza.
El animal llegó al santuario en 2006 y vivió apaciblemente por 5 años donde aprendió a sociabilizar y a intentar ser un león de verdad. De acuerdo al dueño del santuario, Marcos Pompeo, la actividad que más disfrutaba Will era acostarse en el pasto.
Will murió en 2011 por la edad.