La tragedia se expande: aquella ola de peces muertos que se registró en Paraguay hace unas emanas, ahora ha llegado a Argentina y las autoridades e han encargado de alertar a las comunidades sobre las probables consecuencias de la ingesta de estos peces.
Alrededor del 20 de enero, los primeros peces muertos comenzaron a aparecer en Paraguay y siguieron en las provincias argentinas que recorren los ríos Paraná y Paraguay.
Esta situación se da en sus cauces bajos, y los expertos aseguran que se trata de un efecto por la subida de temperatura del agua a raíz de la ola de calor que ha azotado la zona estos últimos días.
Alejandro Larriera, el subsecretario de Recursos Naturales de Santa Fe explicó que el fenómeno se registró tanto al norte como al sur y al centro de la provincia:
No es un fenómeno puntual, sino que está ocurriendo en toda el área y todos los cauces.
Junto con ello, también se han hallado cardúmenes muertos en Formosa y Chaco, por lo que las autoridades han decidido llevar una investigación conjunta.
Junto con las obvias consecuencias para los mercados de la pesca y las actividades costeras, existe una preocupación por la posible ingesta de ejemplares muertos, que en su mayoría tienen signos de descomposición pero que igualmente se venden como alimento.
Las autoridades llaman a evitar el negocio informal de venta de cualquier ejemplar que no se asegure que fue pescado mientras estaba aún con vida.
De confirmarse que la causa de este extraño fenómeno es el aumento de las temperaturas, entonces estaríamos ante un nuevo signo del calentamiento global que nos interpela para que hagamos algo al respecto lo antes posible.