Solemos compartir fotos a diario en nuestras redes sociales, confiados en que nunca saldrán de nuestro círculo de amigos. pero internet no tiene fronteras, y hata nuestra foto más inocente puede transformarse en una mala pasada.
La bloguera Mer Irland compartió en sus redes sociales una foto de su noveno mes de embarazo, en el año 2014. Lo hizo en un grupo de consejos y experiencias para madre. Tres años más tarde, la mujer ha descubierto que su inocente fotografía era parte del catálogo de una web pornográfica.
Meg ha compartido su historia, expresando los sentimientos que la han acompañado tras descubrir que es objeto de las fantasías fetichistas de un grupo de personas en internet.
Esta es la traducción:
Mi panza se ha vuelto viral, pero no en el buen sentido.
Esta fotografía, junto con otras 15, terminaron en una página web de “preggofilia”, que es un sitio porno para gente a la que le gustan las mujeres embarazadas.
Veo a tantas chicas subir fotos estando embarazadas, que solo ruego que estas no caigan en malas manos.
No deberíamos estar preocupadas de que otros roben nuestras fotos, pero por desgracia ocurre ¡todo el tiempo!
Cuando tuve que navegar por este horrible sitio para descubrir quien estaba allí metido, descubrí cosas muy jodi**s. Las personas estaban compartiendo fotografías de sus esposas embarazadas con otros usuarios, cuñados subiendo las fotos de su hermana política y… ¡mujeres subiendo las fotos de sus compañeras de trabajo! No podía creer lo que estaba viendo, literalmente.
¿A quién debo culpar de esto? La gente decía que solo debía culparme a mi misma por subir fotos personales, a pesar de tener mi perfil privado por aquel entonces. Yo lo veo de otra manera. No me importa que alguien le muestre mi fotografía a otra persona, fue lo que hicieron luego con mi foto lo que me enferma. ¿Por qué tenemos que preocuparnos por estas cosas cuando subamos una foto a las redes sociales?
Por favor, tened cuidado sobre quien aceptáis en las redes privadas. Bloquéalos si parecen espeluznantes.
Descubrí que alguien se estaba haciendo pasar por mí en un grupo de madres, animando con mi foto a otras mujeres a que, con orgullo, compartiesen sus propias fotografías del embarazo. Su intención era robarlas para publicarlas en estos sitios porno.
No señalaremos el nombre de la web, pero podemos confirmar que vende fotografías a otros usuarios y usuarias que se sienten atraídos por este fetiche. Las más cotizadas son las fotos de mujeres pequeñas con panzas grandes, ya que se venden como si fueran embarazos múltiples (pues al parecer les excita que hayan varios bebés dentro).
La “preggofilia”, como la ha bautizado Megg, se llama en realidad cyesolagnia o maieusiofilia y es la atracción sexual hacia las mujeres embarazadas. Una de sus variantes es el fetiche del parto, cuando el individuo se siente excitado por el momento del alumbramiento.
Este fetichismo es bastante más común de lo que pensamos, pues mueve cientos de millones a través del robo y posterior comercialización de videos y fotografías, además de la venta de servicios de prostitutas con un estado de gestación avanzado.
Entendemos que el embarazo es un momento hermoso para compartir. Pero considerando esta situación, mejor tomar las mayores precauciones al momento de hacerlo.