Los hechos sucedieron en Tucumán, una provincia al norte de Argentina. Ahí se desarrolló un evento realmente increíble que demuestra que, siempre es posible hallar hermosas acciones de valentía y heroísmo, aún cuando el mundo parece estar cada vez peor.
Un hombre llamado Natalio Danzo contó que iba conduciendo su auto sobre el puente del Río Gastona, cuando fue testigo de un hecho muy extraño: vio que un hombre con una máquina de podar pasto que luego la dejó a un lado y se tiró al río, que afortunadamente era poco profundo, pero se encontraba a 12 metros por debajo del alto puente.
“Frené, me bajé y vi que se acercaba a una remera rosa y me doy cuenta que se había arrojado para salvar a una nena que se había caído al agua”
El gran héroe de esta historia fue un heróico trabajador llamado Walter “El Chaqueño” Monzón, un valiente hombre que trabaja a destajos como podador y haciendo otras tareas y que no lo pensó dos veces antes de saltar a rescatar a la pequeña niña de 7 años que había caído a las aguas del río.
Natalio Danzo, quien pudo presenciar los hechos, afirma que cuando se bajó de su auto a ver lo que había hecho Walter, dos niñas, una de 11 y otra 9, se le acercaron y le dijeron que su hermanita, de 7, había caído al río pues no vio que al puente le faltaba una baldosa.
“Walter se tiró a rescatarla. La agarró y la llevó a un costado del río. Fuimos para ese lugar con las menores y los vimos a los dos que estaban bien. ¡¿Por qué te tiraste así?!”
El valiente, pero muy humilde héroe, Walter Monzón simplemente respondió:
“Era una criatura, ¿qué iba a hacer?”
Después del terrible momento, las niñas volvieron a su casa sanas y salvas y Danzo llevó al héroe de la podadora, el que le contó que hacía trabajos temporales para mantener a su familia. Mientras iban en el camino, Danzo se dio cuenta de que Walter era un hombre muy necesitado y también un teléfono que le ayudara en la búsqueda de trabajo. Esta historia se volvió viral gracias a la publicación que hizo Danzo y posteriormente, un vecino de Walter le regaló un celular.
“Cualquiera hubiese hecho lo mismo, esa nena era un angelito… Para mí es difícil comprarme un teléfono, lo que gano es para poder ayudar a mis hijos y no mucho más. Ahora gracias a Natalio tengo un celular y más trabajo. Pienso que cualquiera haría lo mismo. Yo también tengo hijos y me gustaría que, si pasara algo así, los ayudaran”
Te agradecemos Walter, porque nos haces tener esperanza en la humanidad.