En plena playa de El Conchalito (La Paz, Baja California Sur), un especialista del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México ha descubierto restos de dos individuos californianos originarios que datan del año 1.100 después de Cristo.
El investigador del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar), Ignacio Leyva, fue quien hizo el hallazgo cuando realizaba estudios de marea roja en el lugar. Cuando atravesó la zona intermareal, justo frente a las instalaciones del centro, descubrió un cráneo humano y luego otros hallazgos similares.
Los estudios del IPN y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinaron que los restos pertenecían a dos individuos: uno de ellos de 16 a 21 años de edad con estatura de 1,60 a 1,65 metros; y el otro con edad entre 20 y 25 años, con una altura de 1,68 a 1,71 metros.
Por la forma en que los hallaron, concluyeron que fueron sepultados uno encima del otro, puestos boca abajo pero con la cara viendo hacia el frente y las piernas dobladas hacia atrás.
Cuando los exhumaron, los investigadores determinaron que se trataba de un segundo entierro, que era un ritual realizado por los antiguos californianos luego de seis a ocho meses del primero, cuando los músculos ya se han degradado por completo.
Esta conclusión surgió luego de que hallaron los cráneos desprendidos de la columna vertebral y colocados verticalmente.
Los restos óseos fueron enviados al Laboratorio Antropofísico del INAH, en pleno Museo regional de Antropología e Historia en La Paz (California Sur), donde se realizarán exámenes más profundos para determinar con mayor precisión la fecha en que los cuerpos fueron enterrados.