El tráfico de especies exóticas es un problema serio que tiene una sola víctima: los animales. Muchos ejemplares silvestres pasan su vida encerrados en mansiones, solo porque un magnate necesita satisfacer su excentricidad. Por suerte en el planeta existen brigadas de seguridad dispuestas a rescatar y retornar a su hábitat, cuando sea posible, a estos animales.
Esto ocurrió el sábado pasado en Oaxaca (México), donde hallaron a un león africano sin documentos que respaldaran su origen legal.
Cuando la Guardia Nacional revisaba los paquetes del aeropuerto, encontró una caja de madera con algunos orificios donde obviamente vendría un animal. La sorpresa sucedió cuando vieron que se trataba de un león africano.
Este ejemplar sería enviado en la misma caja, con un documento que simulaba ser una factura. No existía ninguna información sobre algún zoológico que recibiría al animalito, que tampoco tenía el microchip obligatorio para estas especies. Así, las autoridades rescataron a la cría, y fue enviada al Ministerio Público Federal, donde le darán el destino correcto: un refugio para que se rehabilite y pueda volver a su hábitat natral.
“La caja solamente llevaba un documento que simulaba una factura, por lo que carecía de la documentación zoosanitaria correspondiente, así como del microchip de marcaje, con el cual se identifica a esta especie”, describieron las autoridades en un comunicado.
Es hermoso ver cuando estos procesos suceden de la forma correcta y se puede evitar una tragedia en la vida de estos animales. La mayoría de las veces la historia es distinta, pues terminan en celdas demasiado pequeñas para vivir una vida digna.
Además, estos traslados ilegales tienen un complemento lucrativo que levanta verdaderas mafias internacionales.
Lamentablemente no se ha podido dar con los responsables de este caso, pero es de esperar que los capturen y paguen por sus delitos.