Antes de ser apuñalados brutalmente, Christopher Huizar (19) y Gabriel Román (23) escucharon la frase “malditos maricas”. Su atacante, Dylan Payne de 24 años, se abalanzó sobre ellos luego de notar que andaban tomados de la mano.
La pareja estaba en las afueras de un club de baile de la ciudad de Denver (Colorado, Estados Unidos) cuando un sujeto los increpó para posteriormente sacar un cuchillo de su bolsillo y apuñalarlos en el cuello, las manos y la espalda.
Aunque la pareja logró escapar de su atacante a los pocos segundos, pronto notaron que ambos estaban sangrando profusamente.
Aunque la sangre en el piso les decía que su situación era grave, decidieron alejarse del peligro caminando por un par de minutos, hasta que colapsaron en los estacionamientos de un local, donde transeúntes llamaron a servicios de emergencia mientras intentaban detener el sangrado de la pareja.
“No me di cuenta de lo malo que era hasta que Gabriel dijo: ‘¡Mi mano!’. Ahí fue cuando me quité la camisa y la envolví. Había sangre por todas partes, demasiada sangre”, relató Christopher en su cuenta de Twitter, minutos después del hecho que casi les arrebata la vida.
“Anoche, mi novio y yo estábamos caminando hacia casa desde el club tomados de la mano, cuando un hombre blanco vino corriendo gritándonos “malditos maricas”. Me apuñaló en el cuello y apuñaló a mi novio en su mano y espalda. Sólo estoy agradecido de que estemos vivos“, aseguró el joven.
La pareja, que lleva más de un año junta, fue internada de emergencia en el hospital de la ciudad.
Mientras Huizar había recibido un corte en su cuello, Román tenía varias puñaladas en su espalda y manos que debieron ser cerradas con 30 puntadas internas en la espalda y 52 en su mano.
Usando su cuenta de Snapchat, Christopher relató los hechos, que claramente eran fruto de un ataque homofóbico llevado a cabo por alguien que quiso matar a dos personas sólo por su orientación sexual, debido a que estaban tomados de la mano como cualquier pareja.
Fue a través de las mismas redes sociales que ambos llevaron una campaña de recaudación de fondos para costear los tratamientos y cirugías a los que han debido someterse tras este crimen de odio. Hasta el momento, han reunido casi 9 mil dólares, lo que ha sobrepasado el monto inicial de la campaña.
Y es que mediante el sitio web, muchas personas de todo el mundo se han querido hacer presente con donaciones monetarias para paliar los grandes gastos que ha tenido la pareja en el hospital para poder recuperarse.
Las opiniones en su página simplemente los han hecho llover de amor y apoyo:
“El amor siempre gana. Tienen nuestro apoyo en Carolina del Norte”.
“Espero que nunca más tengan que lidiar con esto. Hay demasiada gente loca en este mundo”.
“Estoy rezando por ustedes”.
“Mucho amor desde Nueva Zelanda”.
“Siento tanto escuchar esto. Espero que ambos tengan una rápida recuperación”.
“¡Nunca más!”.
“Siento mucho escuchar sobre esto. No debemos dejar que el odio conquiste el amor que ambos se tienen. Les mando amor desde Denver”.
“¡El amor ganará!”.
“No dejaremos que ésto nos defina”
Este ataque homofóbico ha vuelto a posicionar la temática de la intolerancia y las preocupantes cifras de muerte de personas LGBT+ en manos del odio. Aún existen zonas donde las personas lesbianas, gay, bisexuales y transgénero son agredidas por la población más conservadora e intolerante.
Debido a la gran difusión de este caso, que ha remecido al mundo, las víctimas han entregado declaraciones a la prensa y en redes sociales, donde actualizan sobre su estado de salud, que hoy es estable.
“No dejaremos que esto nos defina. Estamos agradecidos de estar vivos”, dijo Christopher. “Es mucho más profundo que el daño físico. Claro que nos sentimos más tranquilos de que este hombre haya sido detenido, pero aún hay existe ese miedo de ¿quién mas así está allá afuera? Sabemos que podemos superar lo que sea y esto definitivamente nos está haciendo más fuertes”.
“Las palabras no pueden explicar cuán agradecidos estamos yo y Gabriel de todos aquellos que han donado y nos han enviado sus oraciones. Es bueno saber que aún existe gente con corazones grandes allá afuera”.
