Delfina Plaja recibió como obsequio de su cumpleaños pasado, un cachorro y jamás pensó que su vida iba a cambiar tanto.
“Nos hizo reír otra vez, con mi esposo no nos habíamos divertido tanto en mucho tiempo. Es muy afectuoso y enérgico”
Delfina Plaja
El cachorro, Taco, era el perro más adorable que había visto, pero tenía solo un problema, no aprendía a orinar donde correspondía. Entonces Plaja pensó que la mejor manera para que realmente aprendiera, sería mover su lugar de trabajo desde su departamento hasta el estacionamiento de su edificio.
El segundo día en el ese lugar, se asomó un gatito desde abajo de un auto y solo quería ver a Taco.
“Resulta que vivía solo en un garage y un vecino le daba de comer. Claramente se sentía solo porque fue él quien se acercó a Taco, curioso y con ganas de jugar”
Delfina Plaja
Con el paso del tiempo, comenzaron a hacerse amigos y esto sorprendió bastante a Plaja.
“Era muy valiente y lindo, y claramente quería estar acompañado. Nos encontró él a nosotros después de todo, y creo que por una razón. Resulta que el universo nos trataba de decir algo”
Delfina Plaja
Incluso se subía a su regazo y ronroneaba cuando Taco aparecía.
“Taco incluso comenzó a pedirme salir para jugar con su amigo. Fue cada vez más difícil convencerlo de orinar afuera y entrar a la casa”
Delfina Plaja
Cada vez que Taco salía del edificio, ahí estaba el gatito esperándolo.
Un día de lluvia intensa, Delfina decidió entrar al gatito a su casa para que se resguardara del agua. Al principio sintió miedo, pero al ver a Taco se tranquilizó completamente.
“Ronroneaba y no paró durante 48 horas. Lo hacía mientras caminaba, mientras dormía, comía… la primera vez que tomaron agua del mismo bowl me puse a llorar”
Delfina Plaja
Plaja decidió junto a su esposo que era mejor dejar juntos a estos buenos amigos y adoptaron al gatito, que ahora se llama Tequila.