En la ciudad de Iztapalapa, en México, una familia completa falleció tras contraer el COVID-19. Una pareja de adultos mayores, de 68 y 65 años, que vivían junto a sus dos hijos de 35 y 45 años.
Julio, el hijo menor, padecía hipertensión y fue el primero en infectarse con el virus a mediados de abril. Mientras él estaba en la unidad de ciudados intensivos, Ricardo, su hermano mayor que sufría obesidad, contrajo el virus y murió.
Una sobrina de la familia, señaló que Ricardo tenía dificultad para respirar y que al ser trasladado al hospital “tardaron más en recibirlo que en decirles que tenía ya media hora de haber muerto”.
“Fue una cosa desesperante. Impotencia de ver cómo llega la muerte y sin poder hacer nada. Quisiéramos transmitirle a toda esa gente que se cuide, que cuide a sus hijos y que cuiden a sus padres porque es una muerte horrible”.
María del Carmen Álvarez, sobrina de la familia
El estado de salud de los hermanos se agravó rápidamente y el 30 de abril fue incinerado Ricardo. Un día después falleció su hermano Julio, mientras que el padre de la víctima murió el 9 de mayo y la madre el 13 de mayo, ambos por el virus.