Aunque a todo el mundo le preocupa su salud visual, no siempre todos podemos estar al tanto de los avances tecnológicos en la materia que nos permiten un mayor bienestar.
Es por ello que te queremos contar sobre la tecnología de punta que ha llegado a los tradicionales exámenes visuales.
El llamado screening visual ha llegado para cambiarlo todo, y a continuación te contamos lo que necesitas saber de él. Después de todo, tarde o temprano podrías necesitarlo.
¿En qué consiste el screening visual?
El examen visual extendido o screening visual, consiste en una serie de pruebas concretas para identificar y descartar anomalías o dificultades visuales.
¿En qué se diferencia del examen tradicional?
En que no es una prueba ocular superficial, sino que requiere de tiempo y esfuerzo para medir la agudeza visual de forma completa.
¿Qué es lo que puede detectar?
Se ha diseñado para descartar enfermedades como el glaucoma, la degeneración macular y los efectos oculares de diversos desórdenes sistémicos (diabetes, hipertensión, etc).
¿Duele?
¡Para nada! Es un proceso indoloro, debido a que ni siquiera es necesario dilatar la pupila.
¿Es necesario hospitalizarse para que te lo hagan?
No, pues es un proceso tan rápido que es ambulatorio, es decir te puedes ir a casa el mismo día.
¿Y si me detectan alguna patología?
Este screening está enfocado en detectar patologias en sus estados iniciales, esto es, tratables. Si te fuera detectada alguna patología, el siguiente paso sería acudir a un profesional de la salud ocular (oftalmólogo) que te indique un tratamiento.
¿Qué pruebas incluye este visual screening?
El examen visual extendido incluye:
- Biomicroscopía: evaluación microscópica de tus estructuras oculares
- Tonometría: determinación de la presión intraocular
- Fotografía de retina: evaluación de la parte posterior de tu ojo
- Test de Amsler: sirve para medir tu visión central
- Test de Ishihara: determina tu visión de colores
A continuación te mostramos un video donde puedes ver parte del proceso de visual screening: