No es fácil ser el blanco de comentarios ofensivos y más aún, sin motivo. Es muy doloroso escuchar a personas extrañas burlándose de asuntos que nada tienen que ver con ellos, pero que de todas formas intentan hacer daño. Eso es lo que le sucedió a esta joven en una pastelería, que luego de que la llamaron gorda, les dio a todos la lección de sus vidas.
La joven llamada Vega Blossom, de 19 años siempre ha tenido sobrepeso y ha soportado todo tipo de burlas a lo largo de su vida Pero lo que le sucedió hace un par de días, no lo dejó pasar.
Lo que sucedió es que la joven quería comprar un cupcake en su panadería favorita de Indiana, EE.UU y apenas llegó, se puso a hacer la fila de clientes para esperar su turno. Las cosas cambiaron cuando de repente escuchó a una mujer detrás decir “Esperemos que esta perra gorda no compre todos los pasteles”.
“¿Cómo podrían estas mujeres adultas ser tan malvadas con alguien que nunca conocieron, y mucho menos han hablado?” se preguntó Vega, quien estaba a punto de llorar. Sin embargo, esta vez decidió defenderse y darles una tremenda lección sobre lo que es el respeto a los demás.
En un principio, la chica había planeado comprar solo 6 cupcakes para saciar su antojo de algún bocadillo dulce, pero después de escuchar las burlas totalmente ofensivas, decidió actuar, y en cuanto llegó a la caja para pedir y pagar el pastel, compró el inventario completo de pasteles de la tienda.
Para terminar, se llevó 20 pasteles, gastó 56 dólares y se fue orgullosa de su actitud, pues el personal de la panadería, al darse cuenta de la situación, le regaló chocolates y galletas en señal de apoyo.
AHora queremos saber qué pasó con los pasteles y ella nos cuenta que los compartió con sus compañeros de trabajo, amigos y familiares durante el fin de semana. Esta chica se aseguró de contar su experiencia a través de Facebook, además y generó 67 mil “Me gusta” y más de 23 mil reacciones.
“Esta noche, fui muy mezquina. Vi en Facebook que una panadería local tenía ofertas de todo antes de que cerraran esta noche, así que fui . Había una señora enfrente de mí eligiendo un pastel y una señora detrás de mí con una amiga esperando en la fila. La mujer frente a mí se tomó todo el tiempo del mundo en elegir su pastel y la señora detrás de mí estaba muy impaciente y grosera hablando de eso. La ignoré, hasta que la señora enfrente de mí se fue y mientras caminaba hacia el mostrador, la mujer se volvió hacia su amiga y le dijo: “Gracias a Dios, ahora esperemos que esta perra gorda no compre todos los pasteles”. Originalmente estaba comprando seis, pero tan pronto como la escuche, COMPRÉ TODOS LOS MALDITOS PASTELES. GASTÉ $54 EN PASTELES SÓLO PARA SER UNA PERRA. FELICES PASCUA DE RESURRECCIÓN”