Se trata de un cachorro que no quería dejar el lugar creyendo que su dueño regresaría.
Nada más doloroso para cualquiera es que jueguen con su lealtad. Y esto es lo mismo con los perros. Ellos más que nadie son fieles y nunca pensarían en abandonar a sus dueños porque son una carga o un fastidio.
Lamentablemente eso le ocurrió a este perrito.
Luke vivía en Moscú con su familia quien, así nada más, decidió que ya no lo podían tener con ellos. Así que lo subieron al auto y se lo llevaron lejos a un lugar que no conociera y lo dejaron allí sabiendo que no sabría cómo regresar.
Quizás lo calmaron primero diciéndole “Espera acá” y Luke, obediente, lo hizo… por muchos días.
El pobre animal esperaba pacientemente a que lo vinieran a buscar. Y así pasaron los días, una semana. Pero nunca más volvieron.
De a poco, Luke empezó a darse cuenta que estaba solo. Se veía deprimido y ya no era ese perro alegre y juguetón que solía ser. Su familia lo abandonó y ya no había razón de vivir.
Hasta que un día fue visto por Elena Kniazeva. La mujer se dio cuenta que el cachorro llevaba muchos días en ese mismo lugar y, por eso, se acercó a él. Su idea era llevarlo hasta un refugio, pero Luke era esquivo y no se dejaba agarrar.
Luego de muchos intentos, Elena logró que Luke confiara en ella y por fin lo pudo entregar al refugio más cercano.
Cuando Luke llegó, estaba temeroso y no interactuaba mucho. Pero pronto comenzó a sentir el cariño del personal y a jugar con los otros animales que habían ahí. Ahora Luke volvió a ser el mismo perro alegre de antes. De hecho, se hizo amigo de otro perro.
Se trata de Dennis quien también fue rescatado y venía con lesiones debido a una trágica historia.
Ambos son inseparables y, por fortuna, fueron enviados a Toronto, Canadá por otra agrupación.
El refugio Cause 4 Paws decidió incluirlos en un programa de adopción. Hoy esperan que una nueva familia los adopte y reciban el amor que realmente han estado esperando por mucho tiempo.
