Es Transexual, Tiene 7 Hijos Y Una Esposa, Pero Dejó Todo Para Vivir Como Una Niña De 6 Años

La protagonista de esta historia se llama Stefonknee Wolscht y tiene 46 años, pero antes de ser conocida por ese nombre, solía ser Paul. Al dar la entrevista a The Daily Xtra, ella explicó que fue su esposa quien le puso un ultimatum para “dejar de ser trans cuando quisiera” y que debía escoger entre su familia o vivir su otra vida. No es menor, pues estuvieron casados 23 años, la decisión de Paul fue dejar atrás a su esposa y siete hijos, para cumplir su sueño.

“Para mi, dejar de ser trans no es algo que simplemente pudiese hacer. Sería como decirme deja de medir 1.80 o te vas,” agregó sobre su decisión.

Stefonknee, al igual que muchos transexuales, dijo que supo que se identificaba como una niña cuando tenía 6 años y sentía envidia de las niñas en la escuela, quienes tenían la opción de ocupar vestidos. Pero como desconocía lo que le ocurría, continuó viviendo como Paul, algo que la mayoría hace.

Después de casarse con Maria, Stefonknee comenzó a experimentar y a vestirse ocasionalmente con ropa de mujer. Al principio, su esposa estaba confundida pero lo apoyó como ella pensaba que debía ser.  Ya el problema surgió cuando él confesó ser transexual.

Así fue como una ocasión él los sentó a todos en la mesa y les dijo que sería una mujer de ahora en adelante. Sus hijos quedaron impactados y a la vez shockeados con la noticia, pues Stefonknee no sólo se vestía como mujer, si no que como una niña.

 

 

 

 

Stefonknee se mudó a Toronto para comenzar a vivir una nueva vida,  algo con lo que siempre había soñado. Sin embargo, no fue todo fácil. Comenzó a sentirse sola e incluso a considerar el suicidio. No fue nada fácil, porque la despidieron de su trabajo y sin dinero, terminó viviendo en una hogar para desamparados durante meses.

 

Afortunadamente para ella,  dos amigos la “adoptaron” y ahora los llama “papá y mamá”. Le permiten vestirse como niña y jugar con muñecas, además de jugar con sus propios nietos.

“Tengo un papi y una mami, quienes están completamente cómodos con que yo sea una niña. Y sus hijos y nietos son un gran apoyo”. Y actualiza sus redes sociales con sus “citas de juegos” mostrando fotos de las reuniones. “Se llama terapia con juegos. No hay medicamentos, ni pensamientos suicidas. Sólo juego” “El precio por este cambio fue caro. Perdí todo, y ha pasado de todo. Seré yo, y le mostraré al mundo que está bien ser un hombre afeminado”.