Si te esfuerzas por concentrarte en los verdaderos anhelos de tu alma, y no en lo que sucede en tu exterior, todo sería más fácil, así cambiar tu futuro y tu destino sería la prioridad. Lo que sucede es que muchas veces nos dejamos llevar demasiado por el entorno, por todo lo que deberíamos ser y hacer, y no nos damos un momento para nosotros. Para ser honestamente quienes somos, más allá del qué dirán.
Es posible incluso que hayas ocultado muy dentro de tu alma tu mayor anhelo, intentando negarlo. Pero no eres feliz. No esperes más porque lo mejor de todo es que estas cartas pueden ayudarte a descubrir tu más profundo anhelo.
Sólo debes elegir aquella por la que te sientas más representado y descubrirás tu anhelo más profundo.
1. Equilibrio
Elegiste la primera carta, porque lo que más anhela tu alma es encontrar el equilibrio y la verdad en las cosas. Eres una persona que siempre se ha guiado por la rectitud, el deber ser y la moralidad. En general, tu alma necesita un poco de rigor para funcionar, pero anhela que te des la posibilidad de sentir por ti mismo. En tu vida siempre se ha tratado de cumplir.
El gran anhelo de tu alma es ese, que empieces a dejar un poco de espacio para tus sentimientos reales y para tus deseos más intensos. Por supuesto que eso no tiene que implicar que cambies completamente la forma en la que te comportas, ni de poner en riesgo nada de lo que has conseguido hasta ahora. Esa es la respuesta, el equilibrio. Cuidar lo que tienes, pero animarte a escuchar tu corazón sin miedo.
2. Éxito
El inconveniente es que el miedo te impide dar un paso más. Sabes que ese sueño es posible si te arriesgas, sabes que cuentas con la capacidad, el talento y las herramientas. Deberías en este momento dejar los “pero” de lado e ir por eso que deseas. Al final, tú lo quieres es el éxito completo, y el que no arriesga no gana. Quedarte a medio camino no te hará feliz.
3. Libertad
Si esta es tu carta, es porque eres una persona que se siente atrapada por su entorno. Quizá es tu familia, tus amigos, tus responsabilidades o el conjunto de todo eso, pero sientes que te preocupas demasiado por los otros y muy poco por ti mismo.
Eres una persona que se deja llevar un poco, y que siempre quiere lo mejor para los demás. Te sientes también algo responsable por todo el mundo. Por ejemplo, si un ser querido se siente mal, crees que tienes el deber de hacerlo sentir mejor. Y así se te pasa la vida, intentando ayudar a todos y recibiendo poco a cambio.
Es momento de que empieces a pensar en ti. Si a alguien no le hace gracia verte feliz, entonces no valía la pena que esté en tu vida. Debes empezar a ponerte como prioridad porque tu vida es una sola y tienes todo el derecho del mundo a ser feliz como tú lo esperas.