Demandan A Guardería Que Usaba Gritos De “La Llorona” Para Callar A Sus Niños

Seguramente cuando éramos pequeños, más de alguna vez nos amenazaron con invocar a algún terrorífico personaje si nos portábamos mal. Alguno de nuestros padres, algún familiar cercano o quien nos haya creado era el culpable de aquella ofensa.

Y aunque no es un gesto de una crianza particularmente sana, es aún más problemático cuando proviene de gente que debería estar entrenada profesionalmente para educar niños.

Una guardería mexicana de Puebla ocupó audios de la famosa leyenda “la llorona” para asustar a los pequeños a su cargo, y lograr que se callaran. El momento fue registrado, y el video causó justa indignación y revuelo. Tanto así, que la guardería terminó por ser desmantelada.

Cuando el registro se hizo viral en redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Los padres reconocieron a sus hijos, y ahí el asunto se puso serio. Las madres fueron hasta las instalaciones junto a un equipo de televisión, pero cuando llegaron se encontraron con tamaña sorpresa: la guardería había sido desmantelada hasta desaparecer.

La guardería, llamada “Aprendiendo a crecer”, reconoció los hechos y pidió disculpas. No obstante, decidieron dejar de funcionar.

Pero el asunto no terminó ahí, pues una de las madres decidió ir más allá denunciando el hecho a la Fiscalía General del Estado, bajo el cargo de maltrato psicológico.

Aunque le debían dinero a sus apoderados, la guardería desapareció sin dejar rastro.

Lo insólito es que, ante los reclamos, los docentes no hallaron nada mejor que justificarse aludiendo a que estaban en medio de una actividad que les enseñaba a “controlar sus emociones”, donde la idea era que pusieran caras tristes o de miedo.

“Ese día estaba haciendo una actividad con los chiquitos ¿Qué actividad estaba yo haciendo? Estábamos trabajando una actividad de las emociones”, comentó la maestra responsable a los medios. “Vamos a hacer caras cuando estamos felices, qué caras hacemos cuando estamos tristes, qué caras hacemos cuando estamos enojados”.

Sí, claro.