La nota decía “Hola. Nuestros nombres son Jada (negro) y Layla (marrón). Somos perras de un año de edad y simpáticas. Por favor, no nos separen. Layla se asusta sin su hermana”.
Cuando se quiere ser dueño de una mascota, existen muchas responsabilidades asociadas. Por eso hay que pensarlo muy bien antes de querer tener uno. Los animales también merecen respeto y consideración, además que se encariñan muy rápido.
No merecen que se les haga daño porque nos aburrieron o porque perdieron nuestro interés y por culpa de haber tomado decisiones apresuradas o impulsivas.
Pero esto parecen tenerlo claro solo unas personas, porque los casos de abandono no disminuyen. Y no es debemos permitirlo.
Ahora le tocó el turno a dos perritas Husky. Un hombre las encontró desorientadas fuera de un parque para perros. Tenían todos sus juguetes y una nota que comprobaba que, efectivamente, fueron abandonadas.
Por el hombre decidió llamar a WoodWard Dog Park, un centro para perros ubicado en California, para avisar de la situación y si podían ayudarlas. Mona Ahmed fue quien atendió el llamado y contó que, al principio, pensó que se trataban de dos perros perdidos.
Sin embargo, al saber que, además estaban con sus cosas, comprendió que debía ir a buscarlos.
Ahmed sabía que no las podía dejar allí así que decidió llevarlas al veterinario para ver si portaban algún microchip de identificación. Además, también serían esterilizadas. Finalmente no hubo forma de saber quien era su dueño. El especialista que las revisó le confirmó que estaban en buen estado de salud.
La mujer se las llevó con ella temporalmente mientras encontraban un hogar definitivo. Lo bueno es que esta historia termina con un final feliz ya que ambas perritas encontraron a una madre muy interesada en adoptarlas.
¡Están felices en su nuevo hogar!