Mucho se ha hablado de lo que usó Kate Middleton en la boda real del pasado 19 de mayo, cuando Harry y Meghan contrajeron matrimonio. Han dicho que Kate cometió un crimen de moda y que fue casi un desprecio a los novios, pues usó el mismo vestido que en otras ocasiones; sin embargo, no es que sólo lo haya usado una vez antes, sino que esta es la cuarta ocasión en donde usa el mismo atuendo, pero con diferentes sombreros.
Esta fue la primera vez que lo usó. En el bautizo de Charlotte
Luego, en el Desfile del Estandarte de 2016.
En una visita a Bélgica en 2017.
A pesar de que ha recibido muchas críticas por repetir vestido, por ejemplo, diciendo que la ceremonia no le importaba mucho o que no le tomó el peso que correspondía, la verdad es totalmente contraria.
Kate Middleton no usó un vestido nuevo, porque nunca lo hace en las bodas por la tremenda razón de no opacar a la verdadera protagonista de la jornada, en este caso era Meghan.
No podemos evitar que lo que use Kate siga siendo un tema muy popular cada vez que hace una aparición en público, cada nueva prenda que usa se vende de inmediato y provoca revuelo, por lo que prefiere usar algo que ya vistió para que el ojo público no comente su vestuario y esto nos sea tema.
Sin duda, es un gesto tremendo de parte de Kate. Además, no es la primera vez que lo hace. Porque el año 2006 usó un abrigo para la boda de Laura Parker Bowles, que después repitió en la de Zara y Mike Tindall en 2011.
Sucedió exactamente lo mismo con un vestido de lunares de Topshop que usó en un evento de Warner Bros Studios en 2013 y que volvió a utilizar en la boda de William Van Cutsem con Rosie Ruck Keene.
De la misma forma que un abrigo de Katherine Hooker que usó en 2011 para un evento real y que volvió a lucir al año siguiente para la boda de Emily McCorquodale, prima de William.
Todo tiene un motivo y la realeza en general lo tiene muy claro. En las bodas no se puede opacar a la novia, pues ella es la protagonista del momento y del evento.