Existe lo que es llamado el abandono animal y es un problema que crece cada día. Las personas parecen no entender que no deben abandonar cachorros ni perros adultos en las calles. Tener un perro o una mascota en general, significa dedicarle mucho tiempo, dinero y por sobretodo amor. No existen países que se libren de dicho problema y cada día, miles de perros son abandonados a su suerte, viéndose obligados a sobrevivir bajo las peores condiciones en las calles de forma solitaria y pasando mucha hambre.
Bajo estas circunstancias, es probable que un perro abandonado pueda sobrevivir a los autos de las ciudades, a buscar comida en la basura o a soportar plagas de parásitos. Pero hay algo que es indispensable para un animal y eso es el cariño.
Por fortuna existen protectoras y refugios de animales que trabajan duro para que no haya ningún animal sufriendo en las calles. Pero, los refugios no son la solución, ya que estas asociaciones se ven sobrepasadas y sin recursos para ayudar a todos los perros abandonados.
Khaleesi buscaba algo de afecto, una caricia, un gesto amoroso que la protegiera. No les temía a los humanos, a pesar de todo lo que había vivido y sufrido, es más, le gustaba interactuar con ellos y eso hizo mucho más fácil el proceso de recuperación.
Le entregaron una larga lista de antibióticos y debía recibir baños regulares con un champú especial que le ayudara a quitar todas las llagas del cuerpo. Por suerte, la llevaron a uno de los mejores centros veterinarios para que le hicieran un chequeo general y le ayudaran a sanar la pata delantera que tenía rota. Esta pequeña tuvo suerte.
Estas son algunas fotos de ella.
Lo que facilitó el tratamiento de esta perra, fue que demostraba paciencia en todo momento, dejándose curar por los expertos sin rechazar nada. Afortunadamente, lentamente iban sanando las heridas y cada vez tenía más amor y más energía que entregar.
La perra seguía en recuperación y avanzaba cada día más, ya que los tratamientos funcionaron y rápidamente le volvió a salir el pelo. Sus músculos se fortalecieron hasta que Khaleesi se convirtió en una perra sana y fuerte, y atrás dejó el aspecto casi moribundo con el que la habían rescatado.
Por supuesto que la medicina fue crucial, pero también lo fue el cariño y afecto que los voluntarios le entregaron a este caso. Así, Khaleesi sigue pidiendo lo único que le importa y lo que para ella es más importante: el cariño y afecto que ansía recibir.
Ya han pasado dos años y Khaleesi ya está totalmente recuperada, por fortuna. Ya está lista para irse a su hogar definitivo, en el que una familia le acoja con amor. Este caso es maravilloso y estamos seguros de que no es el único en el que un animal ansía vivir una vida llena de amor y afecto.
