En India hace muchos años que las relaciones entre elefantes y humanos están cada vez peor y es que muchas de las actividades de los lugareños tienen un gran impacto negativo en el hábitat y las comunidades de estos gigantes, que como resultado se ven obligados a invadir espacios humanos. Es por eso que nacen los conflictos desde el miedo, pues ambas partes se sienten amenazadas.
No obstante, cuando el miedo da paso a la empatía y a la compasión surgen momentos como el que ha quedado registrado en el vídeo que encabeza este artículo: todo un pueblo se moviliza para salvar la vida de un pequeño elefante. Existen imágenes que muestran que prueban que a mediados de agosto en la aldea forestal de Athagarth, al este de India. Muchos lugareños se encontraron a un bebé de elefante a sólo tres kilómetros del poblado en un pequeño canal. El pequeño paquidermo se encontraba al límite de sus fuerzas, completamente deshidratado y malnutrido, por lo que no podía moverse por sí mismo.
En un tremendo gesto de empatía, los habitantes de Athagarth decidieron hacerse cargo de la pobre cría de elefante y todos acordaron que la presencia del animal era una buena señal oportunidad única para demostrar su valía. Incluso algunos de ellos querían llevar al animal hasta Athagarth y cuidar de él por sus propios medios. Para eso, sería necesario que le suministrasen al bebé al menos 10 litros de leche de elefante al día o unos cuantos kilos de vegetación, además de otros cuidados esenciales para combatir la deshidratación y otros problemas físicos que hayan surgido.
Cuando llegaron al centro de protección de fauna y flora, los cuidadores en seguida le proporcionaron la atención necesaria y dijeron que se harían cargo de ella hasta que encuentre de nuevo a su mamá. Pues al ser una cría tan pequeña, es fundamental que vuelva cuanto antes a la manada, ya que su desarrollo físico y emocional depende íntegramente del contacto con su madre y con otros miembros del grupo.
Es más, el crecimiento cerebral de los elefantes es muy similar al de los humanos. Mientras otros animales nacen con un cerebro basado en el instinto que no crecerá mucho más, los elefantes y los humanos nacemos con una base mental que se irá desarrollando conforme absorbemos distintos estímulos, aprendemos diversos comportamientos e interiorizamos ciertas normas sociales.
Afortunadamente, la empatía nos permite reconocer los vínculos que nos unen entre nosotros y con otras especies. Si lo pensamos muy bien, todos compartimos el deseo de vivir y por eso debe ser que sentimos la necesidad de ayudar cuando vemos a un ser vivo tratando de salir adelante para sobrevivir.
