Siempre hemos tenido la idea de que Cleopatra era una mujer hermosa, idea acrecentada por la historia y por las películas.
Sin embargo, ahora te sorprenderás al saber que todos estaban equivocados. Así lo señala la egiptóloga de Cambrige, Sally-Ann Ashton quien investigó un año entero para tratar de reconstruir la apariencia de la famosa reina.
La investigadora analizó la genealogía de Cleopatra, además de su perfil acuñado en las monedas antiguas, esculturas y reproducciones que se hayaron en el templo de Dandara, al este del Nilo.
Llegó a la conclusión que Cleopatra tenía una nariz bastante larga, era de labios delgados y un mentón afilado. Su piel era oscura y de cuerpo era algo regordete y muy alto.
De hecho el historiador griego Plutarco ya había escrito que la reina de Egipto no era tan bella como decían. Sin embargo, era muy inteligente e hipnotizaba a todos con sus conversaciones. Era una mujer exquisita que podía conquistar a quien ella quisiera a través de sus discursos, personalidad y voz.
Cleopatra fue una poderosa mujer, exitosa, querida e imponente. Aún si no fue la belleza que pensábamos que era, bastaba con su carisma e inteligencia para conquistar a todos.