El tiempo se nos acaba y aún no aprendemos que este es nuestro único planeta y que nuestra obras tienen consecuencias, y que todas tienen un impacto en la Tierra. Al parecer, lo único importante es vivir cómodos, complaciendo nuestros caprichos y disfrutando de lujos a costa de destruir el medioambiente.
La acumulación de esos daños producidos por el egoísmo ha ocasionado el calentamiento global, del que cada vez más son evidentes las consecuencias.
Pese a que son muchas las campañas que buscan recuperar nuestro medio ambiente, aún existe mucha gente que no le interesa o no lo entiende (algunos incluso son presidentes). Esperemos que cuando vayan viendo como les afecta a ellos y a su entorno más cercano, a los ríos y los lagos a su alrededor, tomen conciencia.
Lo más increíble es que algunos animales tengan aún más conciencia que mucha personas sobre la contaminación, pues ellos son los primeros afectados por ella.
Tal es el caso de un grupo de cisnes que vive en un pequeño río. La cisne madre, siguiendo su instinto maternal, comenzó a recoger con su propio pico la basura, para que sus pequeños pudiesen circular por el agua sin quedarse atrapados en redes de plástico y otros desechos.
Es increíble que lo entiendan los animales y nosotros no seamos capaces de usar todas nuestras tecnologías para hallar una mejor forma de manejar nuestra basura. Y es algo tan simple como separarla por tipo, reciclar, usar menos plástico y no arrojar nuestros desechos en el medioambiente.