El paso del tiempo es implacable con ciertos objetos. El óxido, la humedad, el sol y hasta la naturalez hacen estragos en ellos al punto de hacerlos totalmente inservibles.
Esto lo vemos en todas las cosas. Como ejemplo, nuestra propia casa, si no la cuidamos, se estropea también. Por eso hay que preocuparse por los techos, las ventanas, la pintura exterior y un montón de detalles que no podemos dejar pasar.
Si eso es así, cómo será con esta caravana de los años 50 que parece haber estado abandona por muchos tiempo. La gente la veía a diario así que se hizo una costumbre que estuviera ahí por tantos años.
Parecía que a nadie le interesaba en absoluto hasta que a alguien se le ocurrió entrar a ver qué había en su interior.
Era como entrar por una puerta del tiempo.
Han pasado décadas pero entrar es como llegar a otra época. Los muebles y los electrodomésticos no habían cambiado mucho, pero éstos seguían funcionando. Se nota el estilo retro y vintage muy característico de esos tiempos.
Parecía abandonada pero claramente alguien había decidido cuidarla todo este tiempo porque esta en excelente estado.
En 2003 la compró su actual dueño y reconoce que no tenía muchas expectativa pero que en segundos se enamoró de ella.
Su interior es tal cual era en sus comienzos y sólo le hacía falta cambiar algunas cosas pero mantuvo su estilo.
La cocina apenas necesitó de propano para encenderse.
La habitación tiene dos camas individuales y un techo de madera muy bien cuidado y acogedor
La moqueta del suelo fue lo poco que debía cambiarse, pero incluso las cortinas estaban en perfecto estado.
Esta caravana tiene todas las comodidades y se pensó en que sería la casa de muchas personas.
Su nuevo propietario le saca el máximo provecho. Ha viajando con ella por todo el país y se encuentra con personas que también tienen caravanas del mismo año.
¡Fantástico!
