Un huracán pasó este año por Hawaii y arrasó una isla de más de 4 hectáreas, en un hecho que ha alarmado a los científicos. Por ello, han intentado hacer predicciones sobre las consecuencias para la flora y fauna local que tendrá este hecho.
A 4,5 hectáreas del noroeste de Hawaii y a 890 kilómetros al noroeste de Honolulu, se encontraba East Island. Pero este 2018, el huracán Walaka la arrasó completamente.
Esta isla fue un hábitat para las focas monje de Hawaii y para las tortugas marinas verdes, ambas especies en peligro de extinción. De hecho, el 96% de las tortugas marinas verdes de Hawaii anidan en French Frigate Shoals, y más de la mitad de ellas habitaban la East Island.
“Es el islote más importante para la anidación de tortugas marinas verdes”, ha dicho Charles Littnan, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
El científico del clima de la Universidad de Hawaii, Chip Fletcher, visitó la isla en julio junto a un equipo de investigación, y ha señalado que es “bastante sorprendente” lo que ha ocurrido con ella.
“No había seguido al huracán Walaka, sabía que se había dirigido hacia el norte desde nosotros, pero nunca se me ocurrió que podría dirigirse a ‘French Frigate Shoals’ y causar daños en estas pequeñas islas tan importantes”, contó a los medios.
También la isla fue hogar de focas monje hawaianas en peligro crítico de extinción. Anualmente, unas 200 focas visitaban la isla, y alrededor de 30 tenían sus crías ahí. Hoy no está claro adónde irán las focas y tortugas que dependen de la isla o el impacto en la vida silvestre en el largo plazo.